miércoles, 15 de septiembre de 2010

ENSAYO. TEMA: APRENDIZAJE COLABORATIVO

ESBOZO SOBRE LAS BASES FILOSÓFICAS DEL APRENDIZAJE COLABORATIVO
Ensayo

Nidia Náñez Sánchez.

En el amplio mundo de la educación, o mejor, en el proceso de la enseñabilidad del conocimiento, son muchos los aspectos que debemos cuidar. Al aprendizaje colaborativo, planteado desde la óptica de Johnson y Johnson, (1995) subyacen conceptos mucho más complejos que la misma relación enseñanza-aprendizaje, que al tiempo se cristaliza en la esencia del concepto de persona. Permítanme, en este sentido, establecer una sutil pasarela entre el aprendizaje colaborativo y la filosofía, es decir, mirar el AC desde la óptica de la filosofía representada ésta en algunos conceptos –aunque muy pocos-. ¿Pero cuáles podrían ser algunos de esos conceptos? Veamos a continuación.

El Reconocimiento es uno de ellos. Este concepto se haya representado en la manera como le cedemos la palabra a nuestro interlocutor, en la manera como lo escuchamos y logramos hacernos escuchar; reconocer es ver en el otro un ser capaz de leer y comprender nuestras palabras a partir -en este caso- de nuestra percepción del conocimiento. En este sentido, el aprendizaje colaborativo solo es posible en la medida en que reconocemos nuestro yo en el yo del otro y le transmitimos la seguridad de que puede comprender aquello que queremos hacerle llegar, en otras palabras, hacer de la comunicación una apología al proceso de enseñanza aprendizaje.

Otro de los conceptos que subyacen al aprendizaje colaborativo es el respeto. Solo cuando asumimos que el otro tiene las mismas capacidades que nosotros podemos darle el uso de la palabra, escucharlo y corroborar o corregir las interpretaciones que este ha hecho del mundo cognoscente. Solo ante un facilitador, guía, orientador o maestro respetuoso del otro podría darse un aprendizaje en el que se requiere la cooperación.

En consecuencia, el aprendizaje colaborativo demanda, junto a los anteriores, de otro concepto: la alteridad. Esa capacidad de ser otro sin renunciar a lo que somos, que es la gran preocupación en muchos casos de la educación tradicional; perder ese espacio en el que somos el centro de atención y erróneamente fuente única de conocimiento. Es más, propender por una alteridad como una propuesta transformadora de la educación moderna que da apertura a un estado de conciencia pleno dentro de la diversidad a la que nos enfrentamos actualmente o, como lo dice Charles Heimberg (2.005) profesor del Instituto de formación de profesores de la enseñanza secundaria y Universidad de Ginebra, recurrir a la alteridad y el multiculturalismo en el seno de la historia enseñada y enseñable.

Por otra parte, en cuanto a las técnicas de aprendizaje en el aula de clase y tratando de articular estas pocas bases filosóficas a la praxis del aprendizaje colaborativo, considero que la riqueza de ellas estaría en saber identificar las técnicas adecuadas para los objetivos que nos proponemos y en relación con los estudiantes que tenemos. Así como no todas las personas son iguales, los grupos tampoco; no responden de la misma manera a las propuestas del orientador y del contexto. Un mapa conceptual o un juego de roles hace la diferencia cuando de aprendizajes se trata. Las expectativas de los grupos y sus dinámicas nos deben dirigir a la selección de las técnicas, hacer una buena lectura de las necesidades de cada grupo es también dar cuenta de la interiorización y posterior exteriorización de los conceptos que arriba mencione. La puesta de estos conceptos en el teatro de la vida es el mejor indicador de la integralidad de la práctica docente, integridad que a su vez debe ser un objetivo subyacente en el proceso de enseñanza y formación de los estudiantes.

En suma, el “deber ser” del docente, visto y vivido de manera seductora, ha de ser potenciar las capacidades, no solo, cognitivas sino personales de los estudiantes. Esto hará que el impacto de esta estrategia minimice las debilidades que genera y potencie sus fortalezas, inclusive los mismos aspectos identificados como débiles o negativos -que en este caso se reflejan en los estudiantes que “van en coche”- deben utilizarse para fomentar las demás estrategias pedagógicas propuestas. El aprendizaje colaborativo es complementario y sucedáneo a los procesos de enseñanza – aprendizaje, se constituye al tiempo en un fin pero también en una etapa del y para el proceso educativo y formativo del estudiante e igualmente para el aprendizaje del docente desde su campo de experiencia.

Es así, como puede concluirse de momento, que el aprendizaje colaborativo y por ende las técnicas pedagógicas, se afirman en la cristalización del sujeto en tanto persona, que como ser de acciones, emprende, aprende y comparte con otro cuya imagen es la imagen de sí. El aprendizaje colaborativo tiene tanto sentido para el estudiante como para su orientador, tal es el rol del docente actual.

lunes, 30 de agosto de 2010

GUÍA DE APRENDIZAJE ÉTICA Y VALORES. GRUPO 1o, F.

GUÍA DE APRENDIZAJE


1. IDENTIFICACIÓN DE LA GUÍA DE APRENDIZAJE

Programa de Formación: AUXILIAR DE ENFERMERÍA.
Ciclo de Formación: SEMESTRE 1 Y 2.
Área de Formación: Básico (fundamentación).
Módulo de formación: Ética y Valores
Modalidad: Presencial con actividades desescolarizadas.
Unidades de aprendizaje:

1. Interacción idónea consigo mismo
2. Interacción Idónea con los demás
3. Interacción idónea con el medio ambiente y la naturaleza
Instructora: Nidia Náñez Sánchez. Psicóloga. Magíster en Filosofía. Investigadora.






















2. INTRODUCCIÓN

La cultura, a través de los acontecimientos económicos, políticos y sociales nos acercan, -queramos o no- cada vez más al fenómeno de la globalización y nos hacen gradualmente más triviales las diferencias en la “estructura económica”, pero paradójicamente; más profundas las diferencias sociales. Desde otra perspectiva, el mundo atesora ahora un enorme caudal de conocimientos y tecnologías, que van y vienen conjuntamente con los que están por descubrir y hacen, imposible apropiarnos del conocimiento completo. Por tanto, se necesita formar personas efectivamente preparadas, para enfrentar los cambios y reaccionar frente a lo inesperado, personas con capacidad para pensar, sentir y realizar, personas igualmente orientadas hacia si mismas, hacia los demás y hacia su entorno, personas con sensibilidad para valorar el pasado, vivir el presente y proyectar el futuro, esto obliga a la educación a fundamentarse en pilares básicos de: aprender a sentir, aprender a querer, aprender a convivir, para entonces si aprender a entender, aprender a hacer, aprender a aprender; para aprender a ser, con criterios de felicidad, de sinceridad, de equilibrio y de sociabilidad; es esta una manera de educarnos para la libertad y presencia de vida. No habrá soluciones reales, mientras no se dé una transformación de la educación en todos sus niveles y modalidades y no haya un cambio en el paradigma educativo.
La Educación, debe ser entendida como "un proceso integral, histórico, político, pedagógico, social”, orientado a conocer y comprender la esencia de la situación del entorno, para propiciar la participación activa, consciente y organizada de la población en la transformación de su realidad, en función de un proyecto de sociedades ambientalmente sustentables y socialmente justas y ello será posible desde la propuesta del aprendizaje significativo, orientado a la formación humana integral, como condición esencial, de todo proyecto pedagógico, que integre la teoría con la practica simultanea o inmediata, en las diversas actividades, alimentada en natura misma, que promueva la continuidad entre todos los niveles educativos y entre estos y los procesos laborales (eslabones), entendidos éstos, como los procesos para el trabajo realmente productivo y no consumista y depredador, fomentando la construcción de aprendizaje autónomo convivencial y comunitario, buscando el desarrollo del espíritu emprendedor, como base del crecimiento personal y del desarrollo socioeconómico a partir de la organización curricular con base en proyectos situacionales y asuntos problema, trascendiendo las asignaturas compartimentadas. Por ello esta estructura plantea el Módulo de ÉTICA Y VALORES como una manera de avivar la interacción consigo mismo, con los demás y con su entorno, en lo productivo y en lo social; como principio de solución y como competencia básica y soporte a la Estructura Curricular de las titulaciones para Auxiliares en Salud, obedeciendo las competencias axiológicas, e integrando los saberes de la ética con unos mínimos universales, en la relaciones interpersonales, efectivas, eficaces y asertivas y su respeto por el entorno natural y social, de aplicación en la formación de recurso humano del perfil ocupacional laboral, surcando el proceso de formación.


3. JUSTIFICACIÓN

Este módulo de justifica en la medida en que aporta una formación integral al aprendiz a partir de una educación, lo prepara para el trabajo y el desarrollo humano utilizando como ejes la interacción idónea consigo mismo, con los demás y con la naturaleza; todo esto desde un enfoque transdisciplinar.
El comportamiento ético no es un logro inmediato, es un proceso que se aprende a lo largo de la vida, no obstante, no podemos dejar para “después” este aprendizaje, desde que nacemos tenemos ya esa tarea por cumplir y lo mejor para nosotros y para los demás es tener una estructuración psíquica sólida y fuerte para evidenciarla en nuestros actos.

4. RESULTADOS DE APRENDIZAJE

Unidad 1. Interacción idónea consigo mismo

• Asumir la condición Humana.
• Desarrollar principios y valores éticos universales.
• Asumir los deberes, conocer y ejercer los derechos
• Formular el proyecto de vida.

Unidad 2. Interacción idónea con los demás.
• Desarrollar interacciones sociales desde una perspectiva ética de los derechos humanos.
• Construir relaciones con los otros, de acuerdo con principios de civilidad.
• Resolver conjuntamente situaciones problémicas de carácter productivo y social


Unidad 3. Interacción idónea con el medio ambiente (naturaleza)
• Relacionar los componentes ambientales de su entorno.
• Diagnosticar una situación ambiental problemática establecer sus causas y proponer alternativas de solución.
• Formular y desarrollar un proyecto ambiental
• Establecer la relación entre ética y medio ambiente en el contexto de la salud

5. ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
5.1. Presentación y lectura de la guía
5.2. Revisión bibliográfica de los conceptos básicos del módulo
5.3. Elaboración de proyecto de vida
5.4. Representación gráfica de autoestima, valores y sentimientos.
5.5. Identificación de conductos regulares utilizando como estrategia el organigrama de la institución educativa.
5.6. Observación de la película “Esperanza de vida” con posterior análisis y discusión en plenaria identificando los conceptos de alteridad, comunicación asertiva, manejo de emociones, resolución de conflictos y calidez humana.
5.7. Construcción de situación hipotética en las que se plasme el concepto de objeción de conciencia.
5.8. Revisión parcial de apartes de la constitución política de Colombia.
5.9. Elaboración de ensayo utilizando como eje transversal el valor simbólico del uso del uniforme.
5.10. Observación del documental “El aborto en tres épocas” con posterior análisis y debate frente a la problemática del aborto en Colombia.
5.11. Dramatizado utilizando como base elementos como: Biografía de Florence Nightingale, Reglamento de la profesión de la enfermería (Ley 266 de 1996), Disposiciones legales de responsabilidad de la enfermería en Colombia (Ley 911 de 2004), Código nternacional de ética de enfermería, Consentimiento informado en enfermería, El secreto profesional de la enfermería, Acompañamiento al paciente terminal, Manejo del duelo por la pérdida, Derecho a morir dignamente y Eutanasia.
5.12. Elaboración de mapa de Colombia por regiones identificando y señalando según regiones la influencia de la cultura en la salud y la enfermedad.
5.13. Visita institucional al centro Recreacional Yanaconas y presentación de gincana utilizando como eje transversal elementos como: componentes del medio ambiente, sistemas bióticos y abióticos, conceptos básicos de ecología, tipos de interacción de los componentes del ambiente, causas y efectos.

5.14. Presentación de informe de ensayo utilizando como base los conceptos de ética ecológica, principios de la ética ecológica en la salud pública y la relación entre los conceptos de ética, salud y medio ambiente.
6. EVALUACIÓN
6.1 Evidencias de Aprendizaje. Las debe presentar en una carpeta o portafolio que contenga:
2 EVIDENCIAS DE CONOCIMIENTO. Base: 2 Cuestionarios de preguntas tipo ECAES correspondientes a las unidades 1 y 2.
2 EVIDENCIAS DE DESEMPEÑO. Base: Listas de chequeo que evidenciarán la observación sistemática de las actitudes de los aprendices a través de sus comportamientos durante todo el desarrollo del módulo. Esta observación será realizada desde tres ópticas: imagen proyectada, formas de comunicación establecidas con el otro y actitudes hacia el medio ambiente y el entorno, miradas son coherentes con las tres unidades de aprendizaje del módulo.
EVIDENCIAS DE PRODUCTO: Base: Listas de chequeo o de verificación de los productos (actividades) realizados en el desarrollo de las tres unidades de aprendizaje.
Listado de productos:
• Proyecto de vida
• Representación gráfica de autoestima, valores y sentimientos
• Construcción de situación hipotética en las que se plasme el concepto de objeción de conciencia.
• Elaboración de ensayo. Eje temático: valor simbólico del uso del uniforme.
• Dramatizado
• Sopa de letras y crucigrama
• Mapa de Colombia por regiones identificando y señalando según regiones la influencia de la cultura en la salud y la enfermedad.
• Exposición sobre bases conceptuales del medio ambiente.
• Elaboración de ensayo. Base: conceptos de ética ecológica, principios de la ética ecológica en la salud pública y la relación entre los conceptos de ética, salud y medio ambiente.

6.2. CRITERIOS DE EVALUACIÓN

6.2.1. Identifica al ser humano como sujeto de deberes y derechos y sus implicaciones en su formación integral.
6.2.2. Realiza un proceso de mejoramiento personal, de acuerdo con los requerimientos del mundo social y productivo.
6.2.3. Acepta al otro desde el principio de dignidad humana en su condición de Ser Humano y en la responsabilidad social implicada en ello.
6.2.4. Reconoce en la práctica de los principios y valores éticos universales una estrategia que posibilita la convivencia armónica.
6.2.5. Sostiene relaciones interpersonales asertivas y eficaces que le ayudan a resolver problemas en diferentes situaciones y contextos.
6.2.6. Identifica el medio ambiente y sus componentes como marco de la práctica ética desde el quehacer de la vida cotidiana.
6.2.7. Reconoce la necesidad cambiar actitudes de comportamiento que generan una ética ecológica encaminada a la consecución de criterios de sostenibilidad desde y para las nuevas generaciones.


7. ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE

• Revisión bibliográfica
• Asesorías personalizadas
• Sustentaciones de trabajos de campo
• Observación y análisis de documentales y películas
• Observaciones
• Desarrollo de ejercicios prácticos
• Elaboración de informes escritos
• Organización y presentación de exposiciones
• Participación en ejercicios de debate


8. MEDIOS Y RECURSOS DE APRENDIZAJE

• Aula de clase
• Biblioteca
• Sala de T.V.
• Sala de sistemas con acceso a Internet
• Espacios de observación
• Sillas cómodas para los aprendices
• Tablero en acrílico borrable
• Marcadores borrables y para papel
• Hojas de Papel bond.
• Documentales


9. BIBLIOGRAFÍA
Max – Neef, Manfred. El desarrollo a escala humana. 1986.
Sartori, Giovanni. Teoría de la Democracia. Ed. Taurus. Madrid. 2007.
Goleman, Daniel. Inteligencia emocional. Ed. Plaza edición. Barcelona. 2002.
Ministerio de Sanidad y Consumo. "Estrategia Nacional de Cuidados Paliativos del Sistema Nacional de Salud" 2007.
Navarro Floria y la dicente citando parcialmente a Palomino, Rafael, “Las objeciones de conciencia”, Montecorvo, Madrid, 1994
Hemsley-Brown J, Foskett NH. Career desirability: young people’s perceptions of nursing as a career. Journal of Advanced Nursing, 1999
Joseph N, Alex N. The uniform: a sociological perspective. American Journal of Sociology, 1972
Muñoz-Ronda FJ. Imagen de la enfermería en los medios de comunicación: reflejo de una realidad social. Tempus Vitalis, 2007
Pearson A, Baker H, Walsh K, Fitzgerald M. Contemporary nurses’ uniforms: history and traditions. Journal of Nursing Management, 2001
Bruce Jorge (2007) “Nos habíamos choleado tanto” Fondo Editorial Universidad San Martín de Porres
Levinas, Emmanuel (2000). Ética e infinito.A. Machado Libros, S.A., Madrid.
Navarro Pablo (1996) “El fenómeno de la complejidad social humana” Universidad de Oviedo.
Soledad Betelú, Fabricio Campion, Maximiliano Massart, Carlos Narvaez, Carlos Raunich, Lautaro Rodríguez. Técnicas de trabajo en equipo. Facultad de Ciencias Económicas. Universidad de Buenos Aires.
Gaitán Cruz MC. Consentimiento informado. Tribunal Nacional Ético de Enfermería. Páginas de Ética Profesional, No. 7, noviembre de 2001.
Código de Ética de Enfermería: “Guía para el desempeño del profe¬sional de enfermería”. Asociación Colombiana de Facultades de Enfermería, ACOFAEN, 1998.
Código Deontológico de Enfermería. Ley 911 de 5 de octubre de 2004. República de Colombia.
Decálogo de los Derechos del Paciente. Resolución No. 13437, 1 de noviembre de 1991. República de Colombia.
Instituto Superior de Ciencias Médicas de la Habana. Facultad de Ciencias Médicas “General Calixto García Iñiguez”. Centro de Estudios Humanísticos para las Ciencias Médicas. Rev Cubana Enfermer 2007;23(2)

LEY 134 DE 1994 (mayo 31). Diario Oficial 41.373, del 31 de mayo de 1994. Congreso de Colombia.
Medina Castellanos CD. Juramento hipocrático. En: Ética y legislación. Madrid: Ediciones Difusión Avances en Enfermería; 2000.

Medina Castellanos CD. Ética y legislación. Madrid: Difusión avances de enfermería. 2000.

Pellegrino DP. La relación entre la autonomía y la integridad en la ética médica. Bol of serit Panam. (OPS) 1990;108(5y6): 388.

Amaro Cano, MC. El método científico de enfermería, el Proceso de Atención, y sus implicaciones éticas y bioéticas. Rev Cubana Enfermer. 2004; 20(1).

Amaro Cano, MC. Problemas éticos y bioéticos en Enfermería. La Habana: Ed. de Ciencias Médicas; 2005.

Criollo, Francy, Mambuscay, Marcela y Cifuentes Luis Eduardo. Universidad Libre – Seccional Cali. Medicina y Cirugía. BIOETICA Y DERECHO A MORIR DIGNAMENTE. Noviembre de 2009.
DERECHO A MORIR DIGNAMENTE. VOLUNTAD ANTICIPADA. Disponible en:
http://www.diazrosas.com/index.php?option=com_content&view=article&id=49%3Aderecho-a-morir-dignamente&catid=1%3Alos-informes&Itemid=32&lang=es
Gafo J. Ética y legislación. Editorial Universitas; 1.994:139-143.
Ministerio de la Protección Social. Plan de choque para la reducción de la mortalidad materna. Bogotá: Ministerio de la Protección Social; 2004.
Pérez S, Marcelino. Sánchez de San Lorenzo A, Marcelino Pérez D A. Embarazo adolescente una propuesta de intervención. Revista ROL de Enfermería numero 229, Septiembre de 1.997.
Torralba M.J. Aborto. En: Arroyo Gordo Mª. P. Ética y legislación en enfermería. Mc. Graw-Hill, Interamericana España; 1984.
Pratt, M. & Rafaeli, A. 1997. Organizational dress as a symbol of multilayered social identities. Academy of Management Journal.
Rafaeli, A., Dutton, J. E., Harquail, C. V., & Lewis, S. 1997. Navigating by attire: The use of dress by female administrative employees. Academy of Management Journal.
Viñueta Rodríguez, Juan Pedro. Enero 2010.

10. WEBGRAFÍA
http:/http://www.estimulosadecuados.com.ar/resi.htm
http://www.labroma.org/blog/2007/01/21/el-desarrollo-a-escala-humana/
http://www.monografias.com/trabajos16/autoestima/autoestima.shtml
http://deseducativos.com/2010/01/04/autoridad-democracia-y-educacion/#comments
http://biblioteca.itam.mx/estudios/estudio/letras34/textos2/sec_3.html
http://www.csalto.net/ansiedad_social/asertividad.htm#línea_oposición
http://www.msc.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/...
http://www.florence-nightingale.co.uk/cms/index.php/florence-introduction
http://www.biografias.es/famosos/florence-nightingale.html
http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley/1996/ley_0266_1996.html
http://www.terra.es/personal/duenas/codigointer.htm
http://perso.wanadoo.es/aniorte_nic/apunt_sociolog_salud_2.htm
http://www.monografias.com/trabajos29/bioticos-abioticos/bioticos-abioticos.shtml#biooticos
http://biocab.org/Ecologia.html#anchor_26
http://www.monografias.com/trabajos11/ambi/ambi.shtml
http://www.fortunecity.es/bohemio/howdeeee/9/componen.htm

11. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES.
Clase No. FECHA TEMÁTICAS - ACTIVIDADES UNIDAD REQUERIMIENTOS
Sesión 1
AGOSTO 23 TEMÁTICAS:
• Presentación del módulo
• Necesidades humanas esenciales (Teoría de las necesidades humanas de Abrahán Maslow y Desarrollo a escala humana de Max Neef).
• Principios y valores éticos universales y contextuales
• Resiliencia y autoestima.
ACTIVIDAD:
• Compartir experiencias de vida. 1 SALÓN DE CLASE

35 HOJAS TAMAÑO CARTA
Sesión 2
AGOSTO 30

TEMÁTICAS:
• Manejo del conducto regular y el referente de autoridad
• Concepto de autoridad
• Comunicación asertiva
• Inteligencia emocional y manejo de emociones
• Calidez humana (Cuidados paliativos del paciente).
• Objeción de conciencia
• Derechos y deberes del mundo del trabajo.
• Constitución política de Colombia (Artículos 1º, 4º, 7º, 11º al 41º; derechos fundamentales, 49º, 58º, 67º, 70º, 74º, 78º a 82º; de los derechos colectivos y del ambiente, 86º; de acción de tutela, 88º, 103º, 228º, 334º, 336º
• Valor simbólico del uniforme.

ACTIVIDADES:
• Revisión bibliográfica de temáticas
• Exposición de temáticas por grupos.
• Autoevaluación grupal
1 SALA DE SISTEMAS
(1: OO – 3:00 P.M.)

SALON DE CLASE
Sesión 3
SEPTIEMBRE 6 TEMÁTICAS:
• Concepto de alteridad
• Concepto de trabajo en equipo y cooperación
• Resolución de conflictos
• Habilidades para la comunicación

ACTIVIDAD:
• Plenaria sobre alteridad – comunicación.
• Autoevaluación grupal 2 SALA DE T.V.
(2:00 – 4:30 P.M.)
PELICULA: ESPERANZA DE VIDA
Sesión 4
SEPTIEMBRE 13
TEMÁTICA:
• El aborto.
ACTIVIDAD
• Debate sobre aborto
• Autoevaluación grupal 2 SALA DE T.V. (2:00 – 4:30 P.M.).
DOCUMENTAL: El aborto en tres épocas.
Sesión 5
SEPTIEMBRE 20 1. EVIDENCIA DE CONOCIMIENTO No. 1.
• Verificación de conocimientos previos
• Evidencia
• Entrega de resultados
• Entrevistas
• Asignación de nuevas evidencias
2. EVIDENCIA DE DESEMPEÑO No. 1.
3. EVIDENCIA DE PRODUCTO No. 1. 1 SALON DE CLASE
CUESTIONARIO DE PEGUNTAS

• PLAN DE MEJORAMIENTO No. 1. 1 Y 2
RECESO DE SEMESTRE RECESO DE SEMESTRE RECESO DE SEMESTRE
NOTA: QUEDAN PARA SEGUNDO SEMESTRE LAS SESIONES 6,7,8,9,10 Y 2º Plan de mejoramiento.

MATRIZ DE NECESIDADES DE MAX NEEF.

PIRÁMIDE DE NECESIDADES DE ABRAHAM MASLOW

CONTENIDO UNIDAD 1. INTERACCIÓN IDÓNEA CONSIGO MISMO (A)

DESARROLLO TEMÁTICO UNIDAD 1. INTERACCIÓN IDÓNEA CONSIGO MISMO.


TEMA 1. NECESIDADES HUMANAS ESENCIALES

El ser humano, desde su nacimiento, viene equipado con una valija llena necesidades. Dichas necesidades, desde la mirada de diferentes autores, pueden presentar varias clasificaciones. Las clasificaciones más aceptadas por su fundamentación epistemológica son las del psicólogo humanista estadounidense, Abraham Maslow y el economista chileno, Manfred Max Neef.

1.1. TEORÍA DE LAS NECESIDADES HUMANAS DE ABRAHAN MASLOW.
En 1943 Maslow formuló su concepto de jerarquía de necesidades que influyen en el comportamiento humano. Maslow concibió esa jerarquía por el hecho de que el hombre es una criatura que demuestra sus necesidades en el transcurso de la vida. En la medida en que el hombre las va satisfaciendo, otras mas elevadas toman el predominio del comportamiento.
De acuerdo a esta teoría de Maslow, el resorte interior de una persona esta constituido por una serie de necesidades en orden jerárquico que va desde la mas material a la mas espiritual.
Según Maslow, Se identifican 5 niveles y cada uno de ellos se activa solamente cuando la necesidad del nivel inmediatamente inferior esta razonablemente satisfecho.


El concepto de jerarquía de necesidades de Maslow, planteado dentro de su teoría de la personalidad, muestra una serie de necesidades que atañen a todo individuo y que se encuentran organizadas de forma estructural (como una pirámide), de acuerdo a una determinación biológica causada por la constitución genética del individuo. En la parte más baja de la estructura se ubican las necesidades más prioritarias y en la superior las de menos prioridad.
Así pues, dentro de esta estructura, al ser satisfechas las necesidades de determinado nivel, el individuo no se torna apático sino que más bien encuentra en las necesidades del siguiente nivel su meta próxima de satisfacción. Aquí subyace la falla de la teoría, ya que el ser humano siempre quiere más y esto está dentro de su naturaleza. Cuando un hombre sufre de hambre lo más normal es que tome riesgos muy grandes para obtener alimento, una vez que ha conseguido alimentarse y sabe que no morirá de hambre se preocupará por estar a salvo, al sentirse seguro querrá encontrar un amor, etc., etc., etc.
El punto ideal de la teoría de Maslow sería aquel en el cual el hombre se sienta "autorrealizado" pero esto es muy raro, se podría decir que pocas personas llegan a la plena realización.
Se acuerdo con Maslow:”Es cierto que el hombre vive solamente para el pan, cuando no hay pan. Pero ¿qué ocurre con los deseos del hombre cuando hay un montón de pan y cuando tiene la tripa llena crónicamente"
De acuerdo con la estructura ya comentada, las necesidades específicas identificadas por Maslow son:
• NECESIDADES FISIOLÓGICAS: estas necesidades constituyen la primera prioridad del individuo y se encuentran relacionadas con su supervivencia. Dentro de éstas encontramos, entre otras, necesidades como la homeóstasis (esfuerzo del organismo por mantener un estado normal y constante de riego sanguíneo), la alimentación, el saciar la sed, el mantenimiento de una temperatura corporal adecuada, también se encuentran necesidades de otro tipo como el sexo, la maternidad o las actividades completas.
• NECESIDADES DE SEGURIDAD: con su satisfacción se busca la creación y mantenimiento de un estado de orden y seguridad. Dentro de estas encontramos la necesidad de estabilidad, la de tener orden y la de tener protección, entre otras. Estas necesidades se relacionan con el temor de los individuos a perder el control de su vida y están íntimamente ligadas al miedo, miedo a lo desconocido, a la anarquía...
• NECESIDADES SOCIALES: una vez satisfechas las necesidades fisiológicas y de seguridad, la motivación se da por las necesidades sociales. Estas tienen relación con la necesidad de compañía del ser humano, con su aspecto afectivo y su participación social. Dentro de estas necesidades tenemos la de comunicarse con otras personas, la de establecer amistad con ellas, la de manifestar y recibir afecto, la de vivir en comunidad, la de pertenecer a un grupo y sentirse aceptado dentro de él, entre otras.
• NECESIDADES DE RECONOCIMIENTO: también conocidas como las necesidades del ego o de la autoestima. Este grupo radica en la necesidad de toda persona de sentirse apreciado, tener prestigio y destacar dentro de su grupo social, de igual manera se incluyen la autovaloración y el respeto a sí mismo.
• NECESIDADES DE AUTO AUTOREALIZAZIÓN: también conocidas como de SUPERACIÓN, que se convierten en el ideal para cada individuo. En este nivel el ser humano requiere trascender, dejar huella, realizar su propia obra, desarrollar su talento al máximo.
1.2. DESARROLLO A ESCALA HUMANA
La propuesta del desarrollo escala humana de Max-Neef tiene como protagonista básico a las personas. De esta base parten tres pilares:
1. La satisfacción de las necesidades humanas.
2. La generación de niveles crecientes de autodependencia. Esto se refiere a economías locales y regionales.
3. La articulación orgánica entre seres humanos, naturaleza y tecnología.
Tal propuesta está orientada hacia la satisfacción de las necesidades humanas fundamentales, de las que se suele pensar que son infinitas, pero para Max Neef dicho planteamiento es que ese supuesto es producto de un error conceptual y el error conceptual consiste en que no diferenciamos claramente lo que son necesidades humanas y lo que son satisfactores de esas necesidades. Alimentación, vivienda o abrigo no son necesidades, son satisfactores de una necesidad como la subsistencia.
Para este autor, las necesidades humanas fundamentales son pocas, clasificables e invariables. Lo que cambia no son las necesidades, sino los satisfactores. Esto es lo que cambia en culturas o sociedades diferentes.
Para Max Neef (1986), las necesidades humanas se pueden agrupar a partir de dos criterios que son: según las CATEGORÍAS EXISTENCIALES y según las CATEGORÍAS AXIOLÓGICAS. Esta clasificación le permite establecer la siguiente matriz, donde se relacionan las necesidades y los satisfactores de dichas necesidades.
Con estos dos criterios, se da origen a la matriz de las necesidades humanas fundamentales que observamos a continuación:

Matriz de necesidades y satisfactores (Max Neef, 1986, pag 42)
Necesidades según categorías existenciales

Necesidades según categorías axiológicas.
SER
TENER
HACER
ESTAR
Subsistencia 1/
Salud física, salud mental, equilibrio, solidaridad, humor, adaptabilidad. 2/
Alimentación, abrigo, trabajo. 3/
Alimentar, procrear, descansar, trabajar. 4/
Entorno vital, entorno social.
Protección 5/
Cuidado, adaptabilidad, autonomía, equilibrio, solidaridad. 6/
Sistemas de seguros, ahorro, seguridad social, sistemas de salud, legislaciones, derechos, familia, trabajo. 7/
Cooperar, prevenir, planificar, cuidar, curar, defender. 8/
Contorno vital, contorno social, morada.
Afecto 9/
Autoestima, solidaridad, respeto, tolerancia, generosidad, receptividad, pasión, voluntad, sensualidad, humor. 10/
Amistades, parejas, familia, animales domésticos, plantas, jardines. 11/
Hacer el amor, acariciar, expresar emociones, compartir, cuidar, cultivar, apreciar. 12/
Privacidad, intimidad, hogar, espacios de encuentro.
Entendimiento 13/
Consciencia critica, receptividad, curiosidad, asombro, disciplina, intuición, racionalidad. 14/
Literatura, maestros, método, políticas educacionales, políticas comunicacionales. 15/
Investigar, estudiar, experimentar, educar, analizar, meditar, interpretar. 16/
Ámbitos de interacción formativa: escuelas, universidades, academias, agrupaciones, comunidades, familia.
Participación 17/
Adaptabilidad, receptividad, solidaridad, disposición, convicción, entrega, respeto, pasión, humor. 18/
Derechos, responsabilidades, obligaciones, atribuciones, trabajo. 19/
Afiliarse, cooperar, proponer, compartir, discrepar, acatar, dialogar, acordar, opinar. 20/
Ámbitos de interacción participativa: partidos, asociaciones, iglesias, comunidades, vecindarios, familias.
Ocio 21/
Curiosidad, receptividad, imaginación, despreocupación, humor, tranquilidad, sensualidad. 22/
Juegos, espectáculos, fiestas, calma. 23/
Divagar, abstraerse, soñar, añorar, fantasear, evocar, relajarse, divertirse, jugar. 24/
Privacidad, intimidad, espacios de encuentro, tiempo libre, ambientes, paisajes.
Creación 25/
Pasión, voluntad, intuición, imaginación, audacia, racionalidad, autonomía, inventiva, curiosidad. 26/
Habilidades, destrezas, método, trabajo. 27/
Trabajar, inventar, construir, idear, componer, diseñar, interpretar. 28/
Ámbitos de producción y retroalimentación: talleres, ateneos, agrupaciones, audiencias, espacios de expresión, libertad corporal.
Identidad 29/
Pertenencia, coherencia, diferenciación, autoestima asertividad. 30/
Símbolos, lenguajes, hábitos, costumbres, grupos de referencia, sexualidad, valores, normas, roles, memoria histórica, trabajo. 31/
Comprometerse, integrarse, confrontarse, definirse, conocerse, reconocerse, actualizarse, crecer. 32/
Socio – ritmos, entornos de la cotidianidad, ámbitos de pertenencia, etapas madurativas.
Libertad 33/
Autonomía, autoestima, voluntad, pasión, asertividad, apertura, determinación, audacia, rebeldía, tolerancia. 34/
Igualdad de derechos, 35/
Discrepar, optar, diferenciarse, arriesgar, conocerse, asumirse, desobedecer, meditar. 36/
Plasticidad espacio temporal.

Max Neef, plantea que las necesidades pueden satisfacerse en niveles e intensidades distintas de acuerdo con 3 contextos:

1. En relación con uno mismo
2. En relación con el grupo social
3. En relación con el medio ambiente

La calidad y cantidad tanto de los niveles como de los contextos dependerá del tiempo, el lugar y las circunstancias en las que se presente la satisfacción de la necesidad. Es decir, que los satisfactores se modifican al ritmo de la historia y se diversifican de acuerdo a las culturas y al contexto.

Para Max Neef (1986) las necesidades que comprenden al ser humano en su totalidad, revelan de la manera más apremiante el ser de las personas, porque cumplen una doble condición existencial: por un lado, como carencia y, por otro, como potencialidad. Concebir las necesidades tan solo como carencia implica restringirlo a lo puramente fisiológico, así las necesidades, revelan un proceso dialéctico, donde comprometer, motivar y movilizar a las personas potencian su calidad de vida.

En este sentido, el ser humano tendrá como objetivo suplir estas necesidades. Esto lo hará con algo que Max Neef denominó satisfactores. Estos son formas de satisfacción del ser, tener, hacer y estar, de carácter individual y colectivo, conducentes a la actualización y realización de una necesidad, ya sea en sentido positivo o negativo” (max neef, 1986, pág. 41).

Estos satisfactores pueden variar de una cultura a otra. Pueden satisfacer múltiples necesidades o requerir de varios satisfactores para satisfacer una necesidad. Esto lleva a Max Neef (1986) a decir que las necesidades humanas fundamentales son finitas, pocas y las mismas en todas las culturas y periodos históricos, variando solamente el tipo de satisfactores que utiliza cada cultura.
Dentro de estos se pueden incluir las formas de organización social, política o religiosa de las sociedades, los valores o normas, los espacios, los contextos, comportamientos y actitudes de las personas. En este sentido, la alimentación sería un satisfactor de la necesidad de subsistencia y no una necesidad en sí misma; la salud sería un satisfactor de la necesidad de bienestar y de calidad de vida.

Fuente bibliográfica:
Max – Neef, Manfred. El desarrollo a escala humana. 1986. http://www.labroma.org/blog/2007/01/21/el-desarrollo-a-escala-humana/


TEMA 3. PRINCIPIOS Y VALORES ÉTICOS

Los principios y valores son los que guían el actuar del hombre y la sociedad, y demandan de un liderazgo efectivo para volverse contagiosos; los valores y creencias tienen que ser parte integral de la cultura de la organización, ya que inciden en los hábitos de pensamiento de la gente y su forma de relacionarse unos con otros.

3.1. Principios Éticos
Los principios son una especie de resúmenes de vivencias y crisis personales de mucha gente a lo largo de mucho tiempo y en muy variados ambientes. Su aplicación inteligente y mesurada nos puede ahorrar mucho esfuerzo y tensión a la hora de tomar decisiones. Algunos de los principios más generales de acuerdo a algunos autores son:
• Principio de Moore: Pluralidad de los bienes
No existe un solo bien que el ser humano persiga en el mundo sino muchos
• Principio de Knight: Complejidad de los actos
En todo acto intervienen muchos valores en relaciones complejas; todo acto contiene (produce) bien y mal; el valor de los componentes permanece incólume en el valor de conjunto.
• Principio de Perry: Doble efecto
Toda acción produce un bien y algún mal; debemos buscar maximizar ese bien y minimizar ese mal, pero este último nunca puede eliminarse del todo.
• Principio de Popper: Minimización de la infelicidad
La acción política (como acción moral que es) debe buscar reducir la infelicidad del mayor número de miembros de la sociedad, más que producir su felicidad.
Los principios éticos son entonces estas ideas fuerza fundamentales, coercitivas y orientadoras, originadas espontáneamente en el seno de la cultura, -entendida como los usos y costumbres sociales-, o acuñadas por la reflexión filosófica metafísica, que pueden ser iluminadoras de la conducta humana o enormemente desorientadoras, ya que como metafísicas que son no son contrastables con la realidad sino con la reflexión, que nos puede llevar a cualquier irrealidad o desatino, y como espontáneas, dependen del crecimiento azaroso de las formaciones culturales de cada época y lugar.
Lo que muchos sostienen, entre otros el biólogo Humberto Maturana, es que los principios éticos (o los valores) son preferencias emocionales individuales, dentro de un medio cultural específico.
3.2. Valores Éticos

Los valores éticos son los principios esenciales y perdurables de una persona, organización o sistema conformado por personas. Como tal, no necesitan una justificación externa, tienen una importancia intrínseca para quienes deben su praxis. Son aquellos valores irrenunciables y fundamentales que deben guiar todas nuestras acciones y comportamientos.

Principios y valores éticos en el profesional de la salud

Se analiza la importancia de los principios y valores éticos que deben caracterizar a los profesionales de la salud. La Educación Médica Superior, encargada de la formación de recursos humanos en salud y teniendo en cuenta el reclamo internacional de formar profesionales altamente calificados capaces de insertarse en su tiempo, debe tener muy presente el desarrollo de estos principios y valores éticos. Una vez egresados los profesionales serán capaces de enfrentar los problemas globales del mundo de hoy y dar respuesta a las demandas sociales imperantes.

En los momentos actuales, ya en el 3er milenio, la humanidad inmersa en una Revolución Científica Técnica (RCT), en un casi fantástico desarrollo tecnológico informativo (informática), una degradación ecológica, física y social, una globalización neoliberal, con apologías a las fantasías, a la violencia y al genocidio, se hace evidente la necesidad del desarrollo del intelecto, la universalización de las ideas, la justicia y la solidaridad basadas en el desarrollo de los valores más evolucionados del género humano, acumulados a través de su devenir histórico.
Cada día la sociedad demanda con más fuerza a las universidades la formación de profesionales competentes. La calidad en la formación profesional depende no solo de los conocimientos y habilidades que desarrolle en el currículo universitario sino también de los intereses y valores que regulen su actuación profesional.
El problema global que más incide negativamente sobre el sistema de valores humanos y sobre el hombre como ser social es el desbalance creado en los aspectos, económico, social y cultural, entre unos países y otros, y dentro de estos, entre sus diferentes capas y estratos sociales. Estas diferencias que con el desarrollo y la aplicación de la RCT, deberían ir desapareciendo en el sentido más humanista de la vida, se van incrementando mucho más, cínica y paradójicamente y significan un peligro tanto para los países más pobres como para los más desarrollados; dado que en unos y otros está en crisis el desarrollo y mantenimiento de los valores más humanos hasta ahora alcanzados por el hombre.
La situación sanitaria a nivel mundial y la proyección de la educación médica superior en el mundo y en nuestra región ha sido analizada en numerosas cumbres. El reto impuesto en Alma Atá (1978), de “Salud para todos en el año 2000” no se ha cumplido a nivel planetario y aunque los plazos pudieran alargarse, urge por parte de todos un accionar para que esta aspiración se haga realidad. En las cumbres mundiales y regionales sobre educación médica que le sucedieron a Alma Atá, (Edimburgo 1988 y 1993, Santa Fe de Bogotá 1995, Rancho Mirage 1997, París 1998, y otras) se exige de manera general y particular un cambio en la Educación Médica Superior (EMS) y en todas se refuerza el papel relevante en relación con los aspectos éticos que deben tenerse en cuenta en la formación de los recursos humanos y en su actuación una vez egresados de las universidades médicas.
Los valores, como categoría, permiten su análisis desde tres planos:

1. Como “sistema objetivo de valores”, teniendo en cuenta su carácter dinámico, cambiante, dependiente de las condiciones histórico-concretas y estructurado de manera jerárquica.
Este sistema de valores estaría dado por la relación de significación entre los distintos procesos o acontecimientos de la vida social y las necesidades e intereses de la sociedad en su conjunto.

2. Como "sistema subjetivo de valores", que no es más que la forma en que ese sistema objetivo de valores influye en la conciencia individual y colectiva de la sociedad. Cada sujeto conforma su propio sistema subjetivo de valores que puede estar o no en correspondencia con el sistema objetivo de valores ya que en este proceso de valoración influyen los intereses particulares del sujeto, las influencias educativas y culturales que recibe y las normas y principios que prevalecen en la sociedad donde vive.
Estos valores subjetivos dan una idea de cómo un sujeto se proyecta ante la sociedad y son reguladores internos de su conducta.

3ro. Como “sistema de valores institucionalizados oficialmente”, del cual emanan la ideología oficial, la política interna y externa, las normas jurídicas, el derecho, la educación formal, etc.

En este sentido, la Ética como forma de conciencia social, se expresa en las más variadas dimensiones de la actividad del hombre, dentro de las éticas profesionales, enmarcamos la Ética Médica, admitida también como Bioética Médica, Bioética Clínica o Sanitaria, la cual dinamiza principios básicos que se concentran para muchos estudiosos del tema en los principios cardinales de: Beneficencia (tributaria del médico y demás profesionales de la salud), Autonomía (tributaria del paciente) y Justicia (tributaria de la sociedad).

La beneficencia es el principio moral de actuación del médico: lo principal es el bien del paciente, de la humanidad. La exageración de este principio lleva al paternalismo, a menoscabar el principio de la autonomía, concebida esta como el principio moral que sustenta el comportamiento del paciente respecto a la atención a su salud. El paciente no debe ser ignorado, sus valores y creencias deben ser respetados. Como garantía del cumplimiento de este principio se ha consolidado la respetabilidad al consentimiento informado y el secreto médico.

La justicia permite valorar éticamente la interrelación y conflictos entre los dos principios anteriores, así como para evaluar la atención de salud a la población en cuanto a equidad, pertinencia y calidad científico-técnica y humana.

El lograr que los estudiantes de Ciencias Médicas desde sus primeras experiencias prácticas asuman una actitud de respetar íntegramente la intimidad de los pacientes y sus allegados, les beneficien siempre ilimitadamente y se comporten con la justicia de que son acreedores todos los pacientes, es expresión de una conducta solidaria, exenta de toda maleficencia, y por supuesto de un actuar Ético con una elevada profesionalidad lograda por su preparación científica-técnica.

Estos comportamientos hay que transferirlos, enaltecerlos, controlarlos en todas las disciplinas o asignaturas de las especialidades médicas, hay que asumirlos como un objetivo educativo relevante, imprescindible, necesario, a obtener en el desarrollo de todas las actividades académicas o curriculares, extracurriculares y sociales.

El formar un profesional de la salud que tenga como virtud una progresión dialéctica de los valores siguientes es la máxima aspiración de la academia médica:

Humanismo Abnegación Altruismo
Solidaridad Amor al trabajo Respeto
Responsabilidad Sensibilidad Eficiencia
Honestidad Modestia Competencia

Todos ellos le permitirán una actuación profesional durante su vida laboral activa acorde con los principios de la ética médica o en su decir más amplio con la bioética.
Podemos resumir que los valores se desarrollan a partir del contexto social en el que los individuos se insertan, matizados por las necesidades, intereses y motivaciones personales. No son el resultado de una comprensión, de una información pasiva que se inyecta a la persona; el valor se configura a través de la persona concreta que lo interioriza y desarrolla, es decir la persona acrecienta el valor a través de su historia personal, de su experiencia, de su propio lenguaje, de un proceso de valorización. No es a través del mero discurso que se fomentan los valores en el futuro profesional de la salud.

TEMA 4. RESILIENCIA Y AUTOESTIMA

4.1. Resiliencia
Se entiende por Resiliencia la capacidad para recuperarse y sobreponerse con éxito a la adversidad. Se puede proponer una definición pragmática de la misma que hunda sus raíces en las realidades educativas, terapéuticas y sociales: “la resiliencia es la capacidad de una persona o de un grupo para desarrollarse bien, para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves.Pero la resiliencia no es una cuestión individual, es el signo visible de un tejido de relaciones y experiencias que enseñan a la gente dominio, arte de vencer obstáculos, amor, coraje, moral y esperanza” .
Este "modelo del desafío" concibe a cada daño en sí mismo como un desafío y cada ser humano posee como un escudo de resiliencia y tiene que descubrir la posibilidad de fortalecerla. Para el desarrollo de la resiliencia hay factores que son decisivos, por Ej. El estilo de crianza, la manera como se va conduciendo la educación, entre otros.
Por ejemplo, los buenos tratos en la infancia además de garantizar el desarrollo pleno de la personalidad contribuyen a la emergencia de un sujeto autónomo, capaz de reproducir en su entorno la situación de “bien entrante”, que ha vivido de pequeño, de esta manera, además de establecer vínculos sanos con las demás personas, podrá confiar en sí mismo y en sus posibilidades para brindar afecto y cariño y facilitar así su crecimiento óptimo.
El cambio revolucionario que el criterio de la resiliencia está produciendo consiste en ver de otra manera a todos aquellos que tradicionalmente se consideraban casos “perdidos“,“desvalidos “,”fracasados” o marginados por circunstancia adversas. Apostar por la resiliencia significa animar en las personas la fuerza de sobrellevar situaciones destructivas y reconstruir la capacidad de autoestima.
Despertar la convicción de que es posible superar traumas y luchar por una vida digna son las pautas que definen el trabajo de ayuda basado en la resiliencia.
Según Grotberg, como lo menciona en su libro “La resiliencia en el mundo de hoy”, quienes se han dedicado al estudio de la resiliencia, proponen la existencia de varios factores de resiliencia que agrupan tres categorías. Lo que tengo (apoyos externos de familiares y amigos modelos de conducta o servicios Institucionales de protección social). Lo que soy (Apoyos internos extraído de los elementos positivos de nuestro carácter, por ejemplo: la serenidad, el ánimo, la responsabilidad, el humor o el altruismo). Y lo que puedo ser (esto es la habilidad para interactuar con los demás y resolver problemas comunes) En este sentido la atención al buen desarrollo de estos tres factores favorecen la resiliencia.
El mensaje que nos tiene que quedar de esta lectura es que todo ser humano, más aún aquellos que poseen algunas desventajas con sus pares deben tener la oportunidad, de desarrollar sus propias herramientas de defensa para luchar en el camino de la vida y poder lograr un crecimiento personal para sentirse una persona plena.
Fuente webgráfica:

http://www.estimulosadecuados.com.ar/resi.htm


4.2. Autoestima

Aunque se puede definir como la confianza plena y conciente de los propios actos a partir del reconocimiento como un ser útil, no existe un concepto único sobre Autoestima, más bien hay diferentes formas de entender lo que significa. Como todo, el significado de Autoestima puede entenderse a partir de varios niveles, el energético y el psicológico.
Desde el punto de vista energético, se entiende que:
Autoestima es la fuerza innata que impulsa al organismo hacia la vida, hacia la ejecución armónica de todas sus funciones y hacia su desarrollo; que le dota de organización y direccionalidad en todas sus funciones y procesos, ya sean estos cognitivos, emocionales o motores.
De aquí se desprende que:
• Existe una fuerza primaria que nos impulsa hacia la vida.
• Esa fuerza posibilita la realización de las funciones orgánicas armónicamente.
• Esa fuerza nos permite desarrollarnos.
• Esa fuerza nos permite tener una organización, una estructura.
• Esa fuerza es responsable de nuestros procesos de funcionamiento, y tiene que ver con nuestros pensamientos, nuestros estados emocionales y nuestros actos.
Desde el punto de vista psicológico, puede decirse que:
Autoestima es la capacidad desarrollable de experimentar la existencia, conscientes de nuestro potencial y nuestras necesidades reales; de amarnos incondicionalmente y confiar en nosotros para lograr objetivos, independientemente de las limitaciones que podamos tener o de las circunstancias externas generadas por los distintos contextos en los que nos corresponda interactuar.
De aquí se desprende lo siguiente:
• La Autoestima es una disposición, un contenido, un recurso natural en el ser humano.
• La Autoestima es desarrollable.
• La Autoestima sólo existe relacionada con la experiencia de la vida.
• La Autoestima está relacionada con el hecho de estar conscientes de nuestras potencialidades y necesidades.
• La Autoestima está relacionada con la confianza en uno mismo.
• Existen necesidades reales y otras que no lo son aunque a veces así lo pensemos.
• La Autoestima está relacionada con el amor incondicional hacia uno mismo.
• La Autoestima orienta la acción hacia el logro de los objetivos y el bienestar general.
• Podemos tener limitaciones y a pesar de ello tener Autoestima.
• Los eventos externos, las contingencias, no necesariamente deben afectar nuestra Autoestima., al menos no de manera estable o permanente.
Otros conceptos de Autoestima, relacionados de alguna forma con los que ya hemos expuesto arriba, sugieren que:
• Es el juicio que hago de mi mismo.
• Es la sensación de que encajo y de que tengo mucho por dar y recibir.
• Es La convicción de que con lo que soy basta para funcionar; que no tengo que incorporar nada nuevo a mi vida, sino reconocer aspectos de mí que no he concientizado, para luego integrarlos.
• Es la reputación que tengo ante mí mismo.
• Es una manera de vivir orientada hacia el bienestar, el equilibrio, la salud y el respeto por mis particularidades.
La autoestima tiene como componentes:
• El autoconcepto
• El autoconocimiento
• El autorrespeto
• La autoaceptación
• La autovaloración
Para efectos de facilitar la comprensión de todo lo expresado anteriormente, asumiremos que la Autoestima es siempre cuestión de grados y puede ser aumentada, ya que si lo vemos con cuidado, concluiremos que siempre es posible amarnos más, respetarnos más o estar más conscientes de nosotros y de la relación que tenemos con todo lo que nos rodea, sin llegar a caer en el narcisismo o egoísmo, que es cuando sólo podemos amarnos a nosotros mismos. Por eso utilizaremos expresiones como aumentar, elevar o desarrollar la Autoestima, para aludir al hecho de que alguien pueda mejorar en los aspectos citados.

Fuente webgráfica:

http://www.monografias.com/trabajos16/autoestima/autoestima.shtml



TEMA 5. MANEJO DEL CONDUCTO REGULAR Y EL REFERENTE DE AUTORIDAD

Autoridad en las aulas y poder en los ambientes de aprendizaje

Es curioso, como en la llamada modernidad, la negociación de la autoridad entre profesor y alumno ocupa más tiempo dentro del aula de clase que el dedicado a la enseñanza y al aprendizaje debido a la autoridad sin poder para el primero y la atribución de toda la ventaja para el segundo.

La relación docente implica autoridad del que enseña sobre el que aprende. Parte del tiempo de clase se gasta definiendo esta relación, es decir, poniendo orden en el aula o negociando la autoridad; y lo que queda se dedica al contenido, es decir a la enseñanza y al aprendizaje. Corren voces de que cada vez se dedica más tiempo a poner orden y menos a trabajar, y ya desde la investigación se confirma que el problema es cada vez más grave. Los profesores se quejan de que los alumnos son cada vez menos respetuosos, y cada vez tienen menos autoridad, en el aula y fuera de ella. La prensa y la televisión nos lo confirman con relatos de amenazas y agresiones, no sólo de los alumnos, sino también de padres que secundan a sus hijos. El vínculo pedagógico parece deteriorarse en escuelas asediadas por las novedades de la modernidad.

Ya Platón, en el libro VIII de su República, anticipó los dos modos de culpar a la sociedad de los males de la escuela. Para unos, lo que mina la autoridad de la escuela es ese espíritu que se caracteriza por “el gran aprecio que dispensa a las riquezas y por su afán de lucro y su amor al trabajo”.

Para otros, todo es culpa de la democracia, un régimen donde “reina la libertad y cada cual hace como le place”, cuya ruina, como la de la oligarquía, “viene del deseo insaciable de su propio bien”. Cuando la libertad lo domina todo, la anarquía se adentra en las familias, donde “nace en el padre el hábito de considerarse igual a sus hijos y de temerlos, y recíprocamente, en los hijos con respecto al padre, hasta el punto de que ni respetan ni teman a sus progenitores para dar fe de su condición de hombres libres”. Y en las escuelas, donde “el maestro teme y halaga a sus discípulos, éstos se despreocupan de los maestros. Los jóvenes se comparan con los viejos y disputan con ellos de palabra, mientras los ancianos condescienden ante los jóvenes y remedan su buen humor y sus gracias con gran espíritu de imitación por no parecer antipáticos ni despóticos” dadas las nuevas exigencias de los conceptos alumno cliente – cliente alumno.

En consecuencia, hay que reconocer que siempre ha habido profesores con más y con menos autoridad, y alumnos dispuestos a desafiar la autoridad de los profesores, lo cual evidencia que la cuestión no está en el entorno social ni en la juventud, sino en la organización escolar. Quizás el problema viene de que, optimistas ante la buena salud del vínculo pedagógico, lo hemos intentado reducir a mera autoridad sin poder, y además en el momento más inoportuno. Se obliga a las escuelas a retener a todos los alumnos hasta los 18 años, pero no pueden ni castigarlos más que con malas notas ni expulsarlos más que a través de un proceso pseudo-judicial (acta de compromiso). De poco sirve que sea hoy mayor que nunca la autoridad de los profesores y la sumisión de los alumnos, si se organiza la escuela de tal modo que se da toda la ventaja al alumno dispuesto a demostrar que no le importan ni las notas ni la escuela.

Parece que hemos confiado demasiado en la autoridad del profesor obligándole a trabajar como un trapecista sin red. Es decir, una figura de autoridad sin autoridad.

La invitación o la discusión queda sobre la mesa; el alumno debe responder ante unas exigencias de disciplina y convivencia pero es desde el sistema educativo que se de deben implementar sólidas estrategias de preservación de las normas en las que la figura cliente – alumno no transgreda la autoridad del docente.

En este sentido, a continuación podremos revisar un artículo publicado por Juan Pedro Viñueta Rodríguez en el que comenta algunos aspectos del libro de José Antonio Marina, titulado La recuperación de la autoridad, en el que se presenta a la educación como un ejercicio permisivo y autoritario en el que es necesario recuperarla.
Para Viñueta R. y el mismo José Antonio Marina el problema de la democracia y de la educación es la falta de autoridad ligada al fomento de la mediocridad y a un desconocimiento o equivocación entre la democracia y la igualdad. Afirma que es un error histórico haber abandonado la educación de la virtud, es decir, de la areté, que es la excelencia en los griegos. De ahí que los problemas que vemos en la escuela son los mismos que se reflejan en la sociedad y a la inversa. La crítica a los falsos valores que se nos están transmitiendo en la democracia es la misma crítica que podemos hacer a la educación en el sentido de que ambas han descuidado la educación en la virtud y han fomentado los falsos valores individualistas, antisolidarios, el relativismo del todo vale, lo superficialidad, el hedonismo romo y ramplón. A ello hay que sumarle también el terrible efecto del triunfo de una filosofía posmoderna que defiende el relativismo como el fin de los grandes relatos de la humanidad y, con ello, el fin de un discurso ético. Considera que todo este conjunto de circunstancias disuelven la humanidad y la conquista de ese gran discurso y proyecto ético en busca de la dignidad. Agrega que si queremos una democracia saludable, tenemos que tener una ciudadanía instruida, en el sentido de la virtud, que conozca sus derechos y sus deberes. Esto sólo se alcanza por medio de la educación.
Para Marina y Viñueta, de lo primero que tenemos que hablar es de la autoridad. Hay que diferenciar entre el poder y la autoridad. El poder viene dado por la institución a la que se pertenece, la autoridad es algo que viene dado por el reconocimiento; ahora bien, este reconocimiento tiene dos ámbitos, el primero es el que dona la propia institución y la sociedad y el segundo el que emana del propio individuo. Y es aquí donde está la cuestión. La sociedad y las instituciones tienen que velar por la autoridad que emana de las propias instituciones porque los individuos, salvo excepciones, no tienen por qué tener autoridad. De lo que se trata -también habría que decirlo- es de que han de conseguirla en su proceso de educación. Porque la autoridad está ligada a la virtud. La autoridad, a diferencia del poder, que es frío e institucional, emana del propio sujeto y tiene que ver con la virtud y la excelencia. De lo que se trata es de fomentar esa autoridad. Un pueblo con autoridad es un pueblo libre, con criterio propio y autónomo. Y el tema aquí está en cómo alcanzamos una ciudadanía que, además de tener el poder, tenga la autoridad. Pues para ello es necesaria una refundación de la democracia que tiene como objetivo una moralización de la misma. El problema de la democracia es un problema de debilidad ética, es decir, de falta de virtud (fuerza) o areté, (excelencia). Y la única manera de solucionar el problema es por la vía de la educación.
En las democracias actuales, en este mundo globalizado mercantilmente en el que el único valor es el mercado y en el que los ciudadanos sólo miran hacia sí mismos, nos encontramos ante una crisis ética. Se ha perdido la confianza en la virtud, de ahí que no se considere la autoridad como un valor fundado en la excelencia. Es más, se ha perdido incluso la capacidad de reconocer la excelencia. La corrupción impera por todos lados y, frente a ella, la respuesta de la ciudadanía es el desencanto y el comportamiento mimético en su propio campo. No se cree en las conquistas de la humanidad, en ese gran proyecto ético del que siempre se ha hablado y que nos ha llevado desde la barbarie a los derechos humanos. Hay que decir también que, aunque disfrutemos de los derechos humanos, seguimos teniendo barbarie. Es más, como conquistas éticas de la humanidad, están seriamente amenazados.
Desde la Ilustración hacia acá hemos ido saliendo del autoritarismo basado estrictamente en el poder y la fuerza arbitrarios. Esto es lo que ha hecho que, tanto a nivel social como a nivel educativo, la autoridad haya sido menoscabada.
En educación se ha agitado en torno a dos modelos del hombre. Dos teorías antropológicas. Una: que el hombre es un ser caído, malo por naturaleza, que necesita del poder y de la fuerza para ser disciplinado. Esta es una concepción del hombre subhumana, y es la base de las sociedades tradicionales anteriores a la Ilustración. El modelo opuesto es el rousseauniano, esto es, que el hombre es bueno por naturaleza y la sociedad lo corrompe. Si la sociedad corrompe al niño lo mejor es no hacer nada, dejar que desarrolle sus instintos “libremente”, es decir, el capricho, el egoísmo y el caos social. Hay que recuperar la autoridad en el sentido de excelencia, así recuperaremos la libertad. Ahora estamos bajo la tiranía del individualismo y el egoísmo. Es necesario partir de una teoría más correcta del hombre. Ni lo uno ni lo otro. Genera más confianza Kant que habla del fuste torcido de la humanidad, pero a la vez, es el forjador del concepto de dignidad, autonomía y libertad. El hombre es un fin en sí mismo, por ello es un sujeto de dignidad, no puede ser tratado arbitrariamente. Todos somos iguales en tanto que somos sujetos, por ello, dignos y respetables. Pero también es cierto que debemos conquistar nuestra libertad y nuestra autonomía por medio del proceso de ilustración. Estamos, como dice Kant, en una época de ilustración -todavía, después de doscientos años- no ilustrada.
¿Y en qué debe estar basada esa educación-ilustración?: en recuperar la autoridad, a nivel social y a nivel educativo. Pero ello lleva aparejado que el objetivo fundamental de la educación es una educación ética. De lo que se trata es de que el ciudadano se sumerja en ese gran proyecto de la humanidad que es el proyecto ético ilustrado que consiste en la conquista de la dignidad humana. Y esto, sin la unión entre el poder institucional y la autoridad ética reconocida por los ciudadanos es imposible. Pero para aplicar esta educación en la escuela es necesario recuperar la disciplina en el sentido que aquí le hemos dado. Disciplina no es castigo, sino ejercicio, esfuerzo, práctica. Hay que desenmascarar esta palabra de los prejuicios posmodernos. Y el profesor es el que debe impartir esa disciplina, es decir, el ejercicio en la exigencia del cumplimiento de los deberes. La educación, en fin, debe estar basada en la autoridad y la disciplina, que tienen como objetivo la educación de la voluntad para que el futuro ciudadano conquiste su libertad y se convierta, él mismo, en una autoridad. Y de esta forma la ciudadanía tendrá, no sólo el poder, sino la autoridad. Es necesario, en definitiva, acabar con ese discurso fácil del posmodernismo, ese discurso que considera que los relatos se han terminado, que todo vale, y gracias al cual al final lo que tenemos es el poder del más fuerte o el triunfo de cualquier ideología oscurantista. No debemos olvidar que la conquista de la humanidad es una lucha permanente.

TEMA 6. EL CONCEPTO DE AUTORIDAD
El término "autoridad" tiene origen romano y era comúnmente concebido como parte de una trilogía que incluía la religión y la tradición. El vocablo autoridad --autoritas-, proviene del verbo augure que significa aumentar (Arendt 1968). En este primer significado, se considera "que los que están en posición de la autoridad hacen cumplir, confirman o sancionan una línea de acción o de pensamiento" (Sartori, 1989).
En el sentido moderno del término, la autoridad se ha definido de varias formas: como atributo de una persona, cargo u oficio que otorga un derecho a dar órdenes; como una relación entre los cargos de superior y subordinado; como una cualidad que hace que una orden se cumpla, y como base de un comportamiento (Peabody, 1975).
Además de la variedad de definiciones, el concepto de autoridad también se puede abordar desde varios niveles. En la amplitud del ámbito sociológico existen varias relaciones que pueden ser consideradas de autoridad: dentro de una organización administrativa, dentro del gobierno o corno autoridad académica (en este último sentido es sinónimo de "preparación" o "competencia").
En el campo estrictamente político, la cuestión de la autoridad ha sido abordada en dos dimensiones: en el terreno abstracto de la filosofía política (Platón, Aristóteles, MacKiver y otros), donde frecuentemente el tratamiento de la autoridad se ha vinculado con la cuestión de la libertad y la soberanía, y en el nivel más concreto de la ciencia política de los siglos XIX y XX, que se ha preocupado por el problema de la distribución y de las diversas modalidades del que adquiere el ejercicio de la autoridad (por ejemplo, tipos de autoridad en Weber).
En términos generales el poder ha sido considerado como un concepto más amplio que el de autoridad, entendido como un caso especial de poder.
Al tratar el poder varios autores han retomado la definición de Max Weber, como la probabilidad de tomar decisiones que afecten la vida de otro(s) pese a la resistencia de éstos. En la medida en que el poder se ejerce por medio de la fuerza y la coerción, Weber distingue entre el mero ejercicio del poder y la relación de dominación:
El concepto de poder es sociológicamente amorfo. Todas las cualidades imaginables de un hombre y toda suerte de constelaciones posibles pueden colocar a alguien en posición de imponer su voluntad en una situación dada. El concepto de dominación tiene por eso, que ser más preciso y sólo puede significar la probabilidad de que un mandato sea obedecido (Weber: 1974).
A diferencia de la fuerza, la manipulación y la persuasión, la autoridad se vincula a la existencia de cierta legitimidad y de una estructura jerárquica que conlleva a ordenamientos institucionalizados.
En la medida en que es legítima, toda autoridad se sustenta en las leyes. Así la autoridad se distingue del poder coercitivo y del liderazgo basado en la capacidad de influir y en la persuasión por la legitimidad. La relación de autoridad es una relación de órdenes y obediencia en la cual la autoridad tiene el derecho de mandar y los otros la obligación de obedecer.
A diferencia de la persuasión, la autoridad no intenta presentar argumentos sino asegurar el cumplimiento de las órdenes. En oposición a las relaciones igualitarias de persuasión, los lazos de autoridad son siempre jerárquicos. La relación autoritaria no descansa ni en argumentos razonados y compartidos ni en el mero poder coercitivo sino en una estructura cuya razón y legitimidad es reconocida tanto por los que mandan como por los que obedecen y donde cada uno tiene un lugar jerárquicamente definido (Arendt, 1976, Bierstedt, 1964; Wrong).
En la medida en que los deberes y obligaciones están claramente estatuidos, el comportamiento es previsible y la relación es continua, de allí que, en la relación de autoridad la importancia del contenido de la comunicación pueda ser secundaria frente al significado prioritario del estatus que ocupa quien da la orden. En este sentido la autoridad es un poder institucional (Bierstedt) y legítimo (Weber) que se ejerce manteniendo cierta "distancia" entre los que mandan y los que obedecen. De allí que la posesión y ejercicio de la autoridad tiende a estar íntimamente asociada con un conjunto de rituales -pompa y ceremonia- y de elementos símbólicos -cetro, corona, etc. (Laswell y Kaplan, 1963).
Así, el concepto de autoridad conlleva una serie de identificaciones, demandas y expectativas que se vinculan a la fórmula política. Afirmar que una persona tiene autoridad significa que es poseedora del poder que le asigna la "fórmula política" y que aquellos que se adhieren a ésta, consideran que se ejerce en forma justa y apropiada.
La atribución de autoridad siempre tiene un contenido "subjetivo", porque involucra no solamente a las personas que mandan sino también a las que obedecen. La relación de autoridad implica la aceptación de la misma; su mantenimiento y continuidad dependen, en gran medida, del prestigio de las personas que ocupan quienes ostentan la autoridad.
Así, la autoridad legítima presupone un conjunto de reglas compartidas que prescriben la obediencia dentro de ciertos límites. Para ser legítimas estas normas deben ser comunes a un amplio número de personas y no limitarse a regir únicamente las relaciones que estrictamente se establecen entre los que mandan y los que obedecen (Wrong).
Así, en la medida en que la autoridad implica que la obediencia a los ordenamientos no sea impuesta sino que tenga sustento legítimo se puede afirmar que la crisis de la democracia es una crisis de autoridad. Lejos de repugnar a la democracia, puede decirse que la autoridad es la fórmula de poder por excelencia. La idea que realza la democracia no es la conquista de poder, sino por el contrario, su minimización y por lo tanto, la sustitución de los "poseedores de poder" por los "poseedores de autoridad" (Sartori). De ahí que, para Sartori la mejor forma de conceptualizar el autoritarismo es como un sistema político en el cual, a diferencia de la autoridad democrática, apenas hay sitio, si es que lo hay, para la libertad.
La propuesta de Sartori es, así como se legitima la autoridad y en la medida en que estamos asistiendo a nuevas dinámica de interacción entre ciudadanos, la solución debe darse en función de la relación autoridad – liderazgo.
En este sentido, en el Estado moderno, el líder y sus partidarios ya no se influyen recíprocamente de forma directa sino que se relacionan indirectamente a través de una serie de personas que desempeñan diferentes cargos en el sistema político. Así entendido el liderazgo ejecutivo moderno se concibe como un proceso organizativo en el cual, aunque el líder pueda seguir siendo un individuo, en realidad su liderazgo es el producto colectivo de una actividad organizativa que se distingue genéricamente de las relaciones entre gobernantes y gobernados en las asociaciones de pequeña escala.
Fuente bibliográfica:

Viñueta Rodríguez, Juan Pedro. Enero 2010.
Sartori, Giovanni. Teoría de la Democracia. Ed. Taurus. Madrid. 2007.
http://deseducativos.com/2010/01/04/autoridad-democracia-y-educacion/#comments
http://biblioteca.itam.mx/estudios/estudio/letras34/textos2/sec_3.html


TEMA 7. COMUNICACIÓN ASERTIVA


Comunicación asertiva es respetar y expresar aquello que necesitas, sientes y piensas y obrar en consecuencia, sin pasividad o agresividad.
A veces lo llamamos “saber decir las cosas” o en el otro extremo, “no dejarse avasallar”, y nos referimos normalmente a ser capaces de pedir lo que es nuestro, sin necesitar pasar por encima de nadie ni dejar de decir lo que realmente pensamos por miedo a la reacción. Habrá quien piense que estamos hablando de una postura egoísta, de soltar aquello que nos venga en gana y desentendernos de las consecuencias. Nada más lejos de su significado
En este sentido, asertividad se puede definir como la ccapacidad para transmitir hábilmente opiniones, intenciones, posturas, creencias y sentimientos. La habilidad consiste en crear las condiciones que permitan conseguir todos y cada uno de estos cuatro objetivos:
• eficacia (conseguir aquello que uno se propone),
• no sentirse incómodo al hacerlo, y
• en situaciones en que se pone de manifiesto un conflicto de intereses, ocasionar las mínimas consecuencias negativas para uno mismo, para el otro, y para la relación.
• en situaciones de aceptación asertiva, establecer relaciones positivas con los demás.
Algunas características de la asertividad:
1. Como toda habilidad, la asertividad no es un término dicotómico (todo - nada), sino que la conducta puede resultar más o menos asertiva. Es decir, puede conseguir en mayor o menor medida los objetivos señalados anteriormente.
2. La asertividad no es una característica de personalidad aunque pueda estar relacionada con determinadas formas de la misma. Por tanto, una persona puede mostrarse más asertiva en determinadas situaciones y menos en otras.
3. Todas las habilidades pueden aprenderse con mayor o menor dificultad y en este sentido, la asertividad no es diferente. Así que una persona que suele ser poco asertiva en su interacción con personas del sexo contrario y de edad similar, puede llegar a serlo más mediante el entrenamiento correspondiente.
Esquema general de una respuesta asertiva
El esquema general de una respuesta asertiva tiene ccomponentes tanto verbales como no verbales que son comunes a todo tipo de respuesta asertiva:

Componentes no verbales

1. Contacto visual. La mirada debe estar centrada en el receptor del mensaje mientras se expone el tema. Se recomienda que al menos se mantenga el 50 % del tiempo que dura la exposición. A momentos puede desviarse con el objeto de concentrarse en aquello que se quiere expresar. Una mirada excesivamente fija puede recibirse como increpante y hostil.
2. Afecto. El tono debe ser firme y convincente, aunque nunca hostil. Se adaptará a la situación que se está debatiendo y al momento del mismo.
3. Voz. Se utilizará un volumen audible, ni demasiado elevado ni demasiado bajo. La articulación de las palabras será clara, sin titubeos. El ritmo será tranquilo, sin acelerarse.
4. Pausas. Se hará una pausa más larga cuando se desee que el interlocutor pase a tomar la palabra.
5. Gestos. Pueden utilizarse gestos con la cabeza, la cara, los brazos, y las manos que enfaticen el discurso. Se cuidará de que estos gestos sean naturales, es decir, sean del estilo que suele utilizar la persona, ya que de no ser así, pueden restar fuerza al mensaje. Se evitarán gestos como señalar con el dedo índice puesto que puede recibirse como acusatorio, y en general, cualquier otro que pudiera transmitir hostilidad.
6. Postura corporal. El cuerpo se mantendrá erguido pero relajado. La cabeza recta, mirando al interlocutor.

Componentes verbales de una respuesta asertiva:
1. Expresión que denote comprensión de la postura del otro. Comprender al otro no significa necesariamente estar de acuerdo. En este punto hay que hacer un esfuerzo de entendimiento de los motivos o de la visión que el interlocutor tiene del asunto, y expresarlo. Si es necesario, se pedirán aclaraciones hasta que se esté en posición de formular una frase que lo sintetice.
Con ello no sólo aumentan las posibilidades de que se muestre más receptivo a lo que se le va a exponer, sino que puede tener un efecto de matización en el propio mensaje.
2. Expresión del problema. A continuación se expondrá el problema de forma clara y concreta.
3. Desacuerdo verbal. Se aconseja utilizar una fórmula breve como "no estoy de acuerdo con ello...", o "no estoy dispuesto a hacerlo...". Para el caso que nos ocupa sería apropiado decir "no puedo seguir aceptándolo...".
4. Petición de cambio de conducta. Este punto es necesario en prácticamente todas las situaciones de oposición asertiva y en cambio, se olvida con frecuencia. Añadir este componente marca la diferencia entre una queja y una petición de cambio de conducta. Además, ofrece al receptor del mensaje una información valiosa sobre cómo se espera que se comporte en un futuro. No hay que descartar que podría ser que lo desconociese y comunicárselo le sirviera de gran ayuda para mejorar la comunicación.
5. Propuesta de solución. Cuando se tienen objeciones es ideal presentar una propuesta de solución y no quedarse al nivel de manifestar un problema.

Pasos a tener en cuenta para expresar desacuerdo ante la opinión de otro y formular la propia opinión, de forma asertiva.

1. Asegurarse de haber comprendido la opinión del otro. Una forma de hacerlo es parafraseando, es decir repitiendo, lo que se ha creído entender, por ejemplo: "según lo que dices, entiendo que propones que la cantidad anual de emigrantes se limite desde los gobiernos autonómicos...". También puede utilizarse preguntas de comprobación de la comprensión. En este caso, la formulación del contenido del mensaje es lo único que cambia.
En ocasiones y por diversos motivos, se da el caso de que tras la paráfrasis o la pregunta de comprobación, la persona niega haber sido el autor de lo que verdaderamente ha dicho..."Bueno, no quiero decir exactamente esto...", "no, yo no he dicho esto...". Puede entonces, aprovechar la ocasión para matizar lo que ha dicho. En el caso de ser así, es conveniente hacer de nuevo una paráfrasis o resumen buscando el compromiso personal con lo dicho, sobretodo en el caso de que la persona que emite la opinión tenga alguna responsabilidad de acción en el tema.
2. Pensar en lo que se va a decir y en cómo. De nuevo no es conveniente precipitarse en emitir la opinión contraria, con más motivo si ésta supone un compromiso de acción. Puede retomarse el tema posteriormente, tras haber estudiado los matices que interesa introducir.
3. Reconocer los aspectos positivos de la opinión del otro en caso de hallarlos. Este aspecto es aconsejable, ya que así se predispone al interlocutor a estar receptivo ante la nueva opinión que va a escuchar. En el ejemplo anterior podría formularse como "estoy de acuerdo en que es un problema la entrada de emigrantes sin ningún tipo de planificación...".
4. Mostrar desacuerdo de manera clara, firme y amable. En este punto es conveniente no mostrar signos de inseguridad como el titubeo, o el uso del condicional como forma verbal (yo propondría..., yo diría...). Es imprescindible utilizar el pronombre personal yo, o nosotros si representa la opinión de un colectivo. Aunque el mensaje verbal y no verbal es firme, el tono debe ser amable (sin alzar excesivamente la voz, sin negar la mirada, manteniendo una postura erguida y no altiva...).

Una forma sencilla como "yo no estoy totalmente de acuerdo con tu opinión sobre el tema..." o "nuestro grupo no está de acuerdo con la solución que vosotros proponéis al problema...", será suficiente.

5. Ser específico al describir la opinión con la que se está en desacuerdo. En esta fase hay que cuidar de no caer en descalificaciones personales que sólo sirven para activar una conducta defensiva del interlocutor (por Ej.: "esto nos parece representativo de mentes estrechas...", "esto demuestra la poca capacidad que Uds. tienen de buscar soluciones acordes con las necesidades sociales..."). Lo más probable es que tras este tipo de intervenciones se entre en una escalada de descalificaciones mutuas a las que tan acostumbrados nos tienen ciertos políticos, y que tan poco aportan al entendimiento mutuo y al avance en las negociaciones. Además, por poco agudo que sea el receptor de este mensaje, pronto adivinará que el que lo emite está haciendo gala de un pensamiento deductivo erróneo, repleto de generalizaciones imprecisas, que poco tiene que ver con la realidad.
6. Dar razones que sustenten el desacuerdo. Aquí no se trata de justificarse, sino de dar razones basadas en el análisis de las limitaciones que tiene la propuesta del otro.
7. Dar la propia opinión formulándola de forma concisa. El enunciado debe ser claro, conciso, formulado en primera persona, y sin perderse en disquisiciones que se apartan del tema concreto.
8. Resaltar las ventajas de la nueva opinión respecto a la del interlocutor. Esto otorga credibilidad a la opinión que se emite, además de aumentar la probabilidad de que el otro reconsidere su propia opinión.
9. Obtener la reacción de la otra persona a la nueva opinión. La finalidad no es forzarla a que esté de acuerdo y que abandone necesariamente su planteamiento inicial, sino conocer cuáles son sus puntos de discrepancia, sus nuevas argumentaciones, o si fuera el caso, las dificultades que tiene en mantener su posición inicial.

En conclusión, la práctica del conjunto de habilidades asertivas tiene un alto interés personal y social. Si por un momento imaginamos a cada uno de los miembros de una sociedad comunicándose mediante estas condiciones, probablemente coincidiremos en afirmar que automáticamente bajaría el nivel de agresividad y hostilidad, aumentaría el entendimiento mutuo, crecerían las posibilidades de conservar y aumentar la autoestima, y se crearían las condiciones para generar relaciones de confianza.
Ahora bien, entrenarse en este tipo de habilidades no es sencillo, sobretodo cuando se parte de un estilo agresivo o inhibido de conducta, y añadimos una baja autoestima. Las personas que presentan estas dificultades suelen cometer errores de interpretación de la realidad social y / o mantener actitudes excesivamente exigentes consigo mismo y con los demás.
Por tanto, en la mayoría de ocasiones, es necesario seguir un entrenamiento que modifique estos aspectos cognitivos disfuncionales.
Todo entrenamiento necesita nutrirse de ensayos que permiten al fin, alcanzar el nivel de competencia deseado. Es por esto que en casos de gran dificultad en relación a estas habilidades, es preferible seguir un entrenamiento bajo las directrices de un psicólogo especializado en este campo.
Por último, y una vez aclarado lo anterior, sería ingenuo pensar que aplicando un estilo asertivo se obtendrán todos los propósitos que uno cree justos. Lo cierto, es que no todas las personas dirigen su conducta a entenderse con todos y cada uno de los que configuran su círculo social.
Ahora bien, no hay que olvidar que aún en el caso de no obtener la respuesta deseada por parte del interlocutor, una respuesta asertiva siempre producirá los efectos de un trabajo personal bien hecho, entre ellos, el respeto por uno mismo.

Fuente Webgráfica:

http://www.csalto.net/ansiedad_social/asertividad.htm#línea_oposición






TEMA 8. INTELIGENCIA EMOCIONAL Y MANEJO DE EMOCIONES


La Inteligencia Emocional es la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, y el conocimiento para manejarlos.
El término fue popularizado por el psicólogo estadounidense Daniel Goleman, con su célebre libro: Emotional Intelligence, publicado en 1995.
Goleman estima que la inteligencia emocional se puede organizar en cinco capacidades:
Autoconocimiento emocional (o conciencia de uno mismo): Se refiere al conocimiento de nuestras propias emociones y cómo nos afectan. En muy importante conocer el modo en el que nuestro estado de ánimo influye en nuestro comportamiento, cuales son nuestras virtudes y nuestros puntos débiles. Nos sorprenderíamos al saber cuan poco sabemos de nosotros mismos.
Autocontrol emocional (o autorregulación): El autocontrol nos permite no dejarnos llevar por los sentimientos del momento. Es saber reconocer que es pasajero en una crisis y qué perdura. Es posible que nos enfademos con nuestra pareja, pero si nos dejásemos siempre llevar por el calor del momento estaríamos continuamente actuando irresponsablemente y luego pidiendo perdón por ello.
Automotivación: Dirigir las emociones hacia un objetivo nos permite mantener la motivación y fijar nuestra atención en las metas y no en los obstáculos. En esto es necesaria cierta dosis de optimismo e iniciativa, de forma que seamos emprendedores y actuemos de forma positiva ante los contratiempos.
Reconocimiento de emociones ajenas (o empatía): Las relaciones sociales se basan muchas veces en saber interpretar las señales que los demás emiten de forma inconsciente y que a menudo son no verbales. El reconocer las emociones ajenas, aquello que los demás sienten y que se puede expresar por la expresión de la cara, por un gesto, por una mala contestación, nos puede ayudar a establecer lazos más reales y duraderos con las personas de nuestro entorno. No en vano, el reconocer las emociones ajenas es el primer paso para entenderlas e identificarnos con ellas.
Relaciones interpersonales (o habilidades sociales): Cualquiera puede darse cuenta de que una buena relación con los demás es una de las cosas más importantes para nuestras vidas y para nuestro trabajo. Y no solo tratar a los que nos parecen simpáticos, a nuestros, amigos, a nuestra familia. Sino saber tratar también exitosamente con aquellos que están en una posición superior, con nuestros jefes, con nuestros enemigos, etc.
A diario conocemos que personas populares han sido protagonistas de hechos deplorables, deportistas implicados en agresiones, excesos o exabruptos verbales, de políticos que después tuvieron que disculparse, entre otros casos.
Hay que ser honestos que muchos de nosotros alguna vez hemos vivenciado varios arrebatos que nos llevaron a arrepentirnos de nuestra actuación u omisión para proceder convenientemente: reacciones exageradas, decisiones precipitadas que nos costaron mucho, descontrol emocional. Es decir, ocasiones en que hemos experimentado nuestro propio exceso en las acciones de la vida cotidiana.

Estamos en una sociedad que valora considerablemente la rapidez. En un mundo cada vez más competitivo, donde parece tener ventaja quien responde primero a sus demandas. Hasta cierto punto ello hace la diferencia entre llegar y no llegar, entre estar y no estar. No obstante, debemos tener en cuenta que la celeridad no es sinónimo de precisión, y muchas veces, puede ser imprudente tomar acciones sin haberlas evaluado previamente.

En ocasiones ante la exigencia por expresarse, uno puede ceder al impulso por actuar. Decisiones impulsivas, respuestas desmedidas que al evaluar después en la quietud de la reflexión podemos hallar injustificadas. Justamente uno de los elementos de la inteligencia emocional tiene que ver con la habilidad para controlar nuestros impulsos. Podemos entenderla como «la capacidad para regular las propias emociones, para resistir o controlar el impulso, arranque o tentación para actuar».

Definiendo la palabra emoción hace referencia a un impulso por actuar, por movernos hacia algo. El problema puede estar en cómo actuamos o respondemos a ese impulso. Entre algunos de los problemas derivados de la incapacidad para el autocontrol podemos señalar el incremento de comportamientos violentos, de adicciones (al sexo, a la droga, al juego). Muchas conductas rebeldes pueden ser explicadas por la falta de esta habilidad.

Muchos de nosotros podría con facilidad retratar a una persona carente de la capacidad para controlar sus impulsos: individuos explosivos, irritables, de conducta impredecible, con problemas de control de ira, de baja tolerancia a la frustración, abusivos, precipitados al adoptar opiniones preconcebidas, que cometen con frecuencia errores por actuar prematuramente, que andan rehaciendo las cosas por haberlas hecho con apresuramiento o, en el "mejor" de los casos, que se pasan el tiempo disculpándose de lo malo que hicieron, intentado reparar sus faltas y deplorando lo acontecido o expresado.

Es importante tener en cuenta que las personas hábiles en esta cualidad pueden ser capaces de focalizarse en la precisión y no en la ligereza para actuar. Saben posponer recompensa alguna con el propósito de lograr objetivos que están más allá de lo cercano, toda vez que están conscientes que la tolerancia es vital, pues el esperar es una estrategia poderosa que facilita la consecución de las metas. Estos seres rara vez cometen errores sosos, evitan la tentación para propagar el éxito, ya que esperan actuar ante la oportunidad correcta, no se precipitan hacia la meta, sino hasta el momento preciso, por lo tanto, no derrochan el tiempo y energías teniendo que reestructurar lo que con anterioridad hicieron con apresuramiento.

Claramente estamos definiendo dos extremos, sin embargo en la medida que nos acerquemos más hacia el ámbito del autocontrol emocional, la tranquilidad personal estará dirigida a garantizar el éxito profesional. Por lo tanto, reconozcamos los hechos en que nuestras decisiones adelantadas o las respuestas exageradas nos ahondaron en conflictos.

En varias investigaciones se han hecho descubrimientos coincidentes respecto a las personas, principalmente productivas o destacables en sus actividades diarias, incluso en los centros de labores. Estos elementos son buenos evaluando en que momento actuar y cuándo no; saben claramente cuando van a ganar o perder, motivo por el que no pierden tiempo ni energías inútilmente; cuando argumentan son usualmente exitosos; saben desplazar y/o focalizar su frustración, dándose canales adecuados de desfogue, asimismo, son personas que mantienen una amplia base de relaciones dentro de su entorno social, pues quienes le rodean saben que esperan de ellos.

La conveniencia de postergar un impulso para actuar puede ser benéfica para nuestra salud pues nos permite desplazar la ansiedad. Nos facilita la toma de mejores decisiones y acciones, en contraposición a caer en los riesgos del descontrol que puede en casos extremos conducirnos al comportamiento autodestructivo. El control emocional no sólo tiene que ver con el reprimir muchas de nuestras acciones (manejando adecuadamente impulsos o emociones angustiosas), sino también con el de utilizar maduramente una legítima emoción alternativa. El autocontrol no es la negación u omisión de emociones auténticas, sino es una correcta canalización de las mismas.

No estamos libres de dificultades, el asunto está en saber manejar nuestras fuerzas y energías, sin caer en la imprudencia o la exacerbación de impulsos. Hay que tener en cuenta que lograr la paciencia no es una misión fácil. Sin embargo poner en práctica nuestra inteligencia emocional, implica lograr que nuestras acciones sean hasta cierto punto previstas y no simples reacciones manifiestas por la apacible rutina. Nosotros estamos en control de nuestras emociones, no que nuestras emociones nos manejen. Una utopía muy establecida es aquél que pregona que "el autocontrol proviene de reprimir nuestros sentimientos", nada que se ajusta a la verdad, pues el autocontrol es la consecuencia de sentir nuestras emociones (lo cual no es sinónimo de dejarnos arrastrar por ellas) y de usarlas con sabiduría de manera constructiva y creativa.

“Cualquier persona puede enojarse, eso es fácil. Pero enojarse con la persona indicada en la intensidad correcta, en el momento adecuado, por los motivos justos y de la forma más apropiada, no es nada fácil”.
Aristóteles.

Fuente bibliográfica:
Goleman, Daniel. Inteligencia emocional. Ed. Plaza edición. Barcelona. 2002.

TEMA 9. CALIDEZ HUMANA
La calidez humana es uno de los factores que más esperamos encontrar en todo tipo de contextos en los que interactuamos, pero es en el contexto de la salud y en momentos de enfermedad cuando se hace más necesaria. Veamos entonces, frente a los cuidados paliativos del paciente, como situarnos desde la calidez humana, aunque ella no es exclusiva de este factor de cuidado.
9.1. Cuidados paliativos del paciente
La Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptó, en un documento clave para el desarrollo de los cuidados paliativos publicado en 1990, la definición propuesta por la Asociación Europea de Cuidados Paliativos como el “cuidado total activo de los pacientes cuya enfermedad no responde a tratamiento curativo. El control del dolor y de otros síntomas y de problemas psicológicos, sociales y espirituales es primordial”. Destacaba que los cuidados paliativos no debían limitarse a los últimos días de vida, sino aplicarse progresivamente a medida que avanza la enfermedad y en función de las necesidades de pacientes y familias.
Posteriormente, la OMS ha ampliado la definición de cuidados paliativos: “Enfoque que mejora la calidad de vida de pacientes y familias que se enfrentan a los problemas asociados con enfermedades amenazantes para la vida, a través de la prevención y alivio del sufrimiento por medio de la identificación temprana e impecable evaluación y tratamiento del dolor y otros problemas, físicos, psicológicos y espirituales”
La Medicina Paliativa no es un conjunto de omisiones terapéuticas que buscan poner término a la brevedad posible un sufrimiento y por ningún motivo debe confundirse con la muerte asistida o la eutanasia. Por el contrario, ofrece al paciente una alternativa diferente a éstas, en una filosofía que encierra el concepto de morir con dignidad, considerando a la muerte como un fin inevitable, doloroso, pero normal; que debe ocurrir en su momento, sin acelerarla, pero tampoco posponerla inútil y cruelmente (distanasia) sobre la base de consideraciones muchas veces egoístas tanto de médicos tratantes como de familiares que creen estar así alejándose de la eutanasia. Las áreas de trabajo que cubren los objetivos de un programa de cuidados paliativos son cinco:
1. Cuidado total
2. Control de síntomas
3. Control del dolor
4. Apoyo emocional al paciente y a la familia
5. Manejo del estrés y apoyo al equipo tratante.
El cuidado total corresponde al manejo de situaciones que pueden generar malestar al paciente (ajustado a las necesidades de éste y no a las del tratante). La magnitud de esta acción alcanza esferas espirituales, físicas, emocionales, intelectuales, sociales y económicas.
El control de síntomas implica prevenir y tratar los síntomas que aparecen en forma corriente en el proceso de la muerte y las variables impuestas por las características de la enfermedad. Síntomas frecuentes son: dolor, nauseas y vómitos y disnea.
Fuente bibliográfica:
Ministerio de Sanidad y Consumo. "Estrategia Nacional de Cuidados Paliativos del Sistema Nacional de Salud" 2007.
http://www.msc.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/...


TEMA 10. OBJECIÓN DE CONCIENCIA

La objeción de conciencia es el incumplimiento de un mandato o un deber legal o normativo por parte de quien lo considera contrario a los mandatos de la propia conciencia, afrontando el objetor las consecuencias negativas que ese incumplimiento legal le acarrea.
OBSERVACIÓN A: Así, no cualquier objeción al cumplimiento de un deber jurídico podrá ser calificada “objeción de conciencia”, sino sólo aquella basada en motivos de conciencia debidamente fundados y acreditados. De lo contrario, deberán recaer sobre el incumplidor todas las consecuencias desfavorables que el derecho ha previsto para tales casos.

OBSERVACIÓN B: No es amparable el reclutado para el servicio militar obligatorio que se niega a prestarlo aduciendo desagrado por las armas, el régimen y disciplina militar o incluso ser pacifista, mientras no acredite de forma fehaciente que existe una razón sincera y real que le impide desarrollar la actividad debida sin vulnerar sus convicciones más profundas, por las que opta ante un conflicto entre derechos y órdenes jurídicos (uno axiológico y el otro jurídico).

OBSERVACIÓN C: De la misma manera, no será “objeción de conciencia” la que esgrima el médico que por deber funcional está obligado a practicar una operación a un paciente Testigo de Jehová a quien se le ha amparado en su negativa a recibir transfusión de sangre, si sólo se niega a practicar la operación porque no quiere asumir el riesgo de la misma, si sólo quiere eludir la complicación.

OBSERVACIÓN D: Para esgrimir objeción de la objeción (que como veremos más adelante es la que esgrime el facultativo que debe operar a un objetor de conciencia a la transfusión de sangre: objeción del médico ante la objeción del paciente amparada por el derecho) se le exigirá motivar su negativa en razones de conciencia valederas, que hagan su planteo amparable por existir causas de protección de su fuero íntimo que se estimen privilegiadas por sobre el deber funcional, y siempre que ello sea posible, es decir, que exista otro facultativo igualmente calificado que pueda cumplir con el deber de practicar la operación en las condiciones pretendidas por el paciente. De lo contrario, estaremos frente a un incumplimiento, sin más.

OBSERVACIÓN E: La objeción es personalísima, pues puede ser esgrimida exclusivamente por el obligado, para ser “excusado” del cumplimiento, pues éste lo agravia. Este carácter personalísimo reclama que el objetor se encuentre en la plenitud de sus capacidades y facultades mentales, sea capaz jurídicamente de decidir. No podrá un familiar decidir la negativa a la transfusión indicada si el paciente está inconciente, o es un incapaz. No podrá la autoridad religiosa intervenir ante la autoridad estatal para sustraer a un fiel del cumplimento del servicio militar obligatorio, si el fiel quiere cumplirlo.

OBSERVACIÓN F: Normalmente implica el incumplimiento del deber –asumiendo los riesgos que conlleva- y la posterior invocación de la razón de conciencia para evitar que recaigan sobre el objetor las consecuencias negativas derivadas del incumplimiento. Se trata de la justificación del incumplimiento a posteriori.

OBSERVACIÓN G. Pero otras veces el objetor puede actuar de forma preventiva, anticipándose al momento del debido cumplimiento, pidiendo ser eximido de la conducta obligada antes de que ésta sea exigible. En rigor, la objeción de conciencia esgrimida en forma preventiva, anticipada al acto debido, en caso de ser amparada, deja por este motivo de ser incumplimiento de deber jurídico, justamente porque el objetor fue excluido, excepcionado del deber. Podríamos sostener que en estos casos, estrictamente no encuadraría el caso en “objeción de conciencia” en cuanto uno de los elementos de la definición –el incumplimiento- no se cumple. Sería el caso visto del Testigo de Jehová que es amparado pacíficamente en su negativa a recibir transfusiones de sangre. En cambio, el mismo Testigo de Jehová que en su propósito llega a los tribunales sí encuadra netamente en la definición del instituto, pues si llega a plantear su caso a la justicia, es porque antes la autoridad administrativa hospitalaria –pública o privada- se ha negado a amparar su pretensión y se ha mantenido firme en la decisión de indicar la transfusión.

OBSERVACIÓN H: Como vemos, se aporta por parte de la doctrina un concepto básico del instituto de objeción de conciencia, que luego presenta variantes que no encuadran estrictamente con los elementos de la definición y que dibujan figuras afines, cuyo fundamento es el mismo.

OBSERVACIÓN I: Así, podríamos considerar que son figuras afines a la objeción de conciencia típica, cuyo fundamento es el mismo pero que estrictamente no encuadran en la definición de la misma las siguientes:

a. La objeción de conciencia impropia, por estar prevista a priori en la norma la exención al cumplimiento de un deber genérico en determinados supuestos específicos. No está presente el elemento incumplimiento. Y en rigor tampoco hallaríamos conflicto de derechos o de normas, ya que el mismo fue resuelto a priori por el legislador. Son los casos de exenciones legales al servicio militar obligatorio, por la calidad de ministro de culto del supuesto obligado.
b. La esgrimida en forma preventiva, en tiempo anterior a la exigibilidad de la prestación por el objetor, con el fin de obtener el amparo de su pretensión y la disculpa del cumplimiento de su deber. Supone el análisis casuístico de los motivos de la objeción y un margen de apreciación librado al aplicador o intérprete del derecho. En este caso está ausente, como en el anterior, el elemento incumplimiento, pues el orden jurídico, por medio del agente jurídico competente, lo amparó, eximiéndolo de su obligación. Sería el caso del Testigo de Jehová que invoca la norma religiosa que impone abstenerse del uso de armas y fines belicosos. El conflicto existió (entre la norma religiosa y la obligación legal) y fue resuelto.
c. La objeción de la objeción.
d. Incluso la objeción de conciencia perfectamente encuadrada, que presentó todos los elementos de la definición, puede considerarse desaparecida como tal, en cuanto luego de esgrimida alcanza protección por el orden jurídico. Un objetor que incumple un deber jurídico por motivos de conciencia y luego acciona los mecanismos procesales para obtener amparo a su conducta y para evitar el desencadenamiento de las consecuencias jurídicas perjudiciales normales al incumplimiento y logra el amparo de su pretensión. En tal caso existió conflicto de órdenes normativos, se configuró incumplimiento, el objetor asumió los riesgos derivados de su conducta, pero desaparecieron las consecuencias desfavorables previstas en forma genérica para este tipo de incumplimiento, pues su conducta quedó regularizada a posteriori.


Análisis

A. Se trata siempre de un comportamiento desplegado por el objetor (no sólo del reconocimiento legal de eximentes a la obligación).

B. El comportamiento hace relación directa a la ética, a la moral, a la norma axiológica de que se trate.

C. Para el objetor prima el mandato de su conciencia (siempre sincero). Este mandato debe preexistir, ser real. Su apartamiento sería un incumplimiento para el objetor, de un orden que prevalece sobre todo otro orden. El mártir prefiere ser condenado a la muerte por la autoridad civil, antes que renegar de su Dios, pues el reconocer a la divinidad como ser supremo constituye su norma primordial.

D. El derecho, por sobre todo, preserva estos derechos inalienables, inherentes a la personalidad humana y por ello admite que –bajo determinadas condiciones- éstos primen en el conflicto por sobre el mandato normativo –siempre que esto sea posible, cf. “balancing test” que analizaremos-.

E. El objetor sólo indirectamente toma en consideración la desobediencia jurídica en sí. Esta no es el fin de su accionar, como en el caso del evasor de impuestos. Es un mal que quisiera evitar, pero por el cual opta en caso de que colida con sus íntimas convicciones.

F. Además, el comportamiento es omisivo de deberes no fundamentales, respecto de los cuales el ordenamiento jurídico no tiene en principio, inconveniente en conceder la exención, o sustituibles. Anotamos que pueden presentarse casos –como el de la negativa a recibir transfusiones de sangre- que pueden significar un deber fundamental –el salvar una vida- y la exención se concede por hacer prevalecer otros principios, por lo que no se adhiere a esta calificación de Palomino, cuya elaboración responde al intento de distinguir este instituto del de la desobediencia civil.

G. La inicial respuesta del ordenamiento jurídico estatal ante la conducta omisiva es la sanción, pero si no es amparada la objeción, no se activa el mecanismo represivo por respeto a la calidad de los motivos del objetor. De todas formas, el objetor, en su propósito de acatar el orden axiológico antes que el jurídico, está dispuesto a sufrir las consecuencias desfavorables de su incumplimiento (asume el riesgo).

H. Palomino agrega que si en un Estado democrático se considera este fenómeno digno de protección, puede considerarse una pretensión de legalidad.

I. Se sostiene a lo largo de este estudio que en realidad no estaríamos sólo ante un conflicto entre dos órdenes normativos diferentes: uno axiológico y otro jurídico, sino ante un conflicto de dos derechos amparados por el mismo orden jurídico:

J. El conflicto es entre el derecho a la libertad religiosa -amparada como derecho fundamental- y a la libertad de conciencia -de los que se deriva el respeto a la objeción de conciencia como concreción de las libertades proclamadas-, por un lado y el derecho de la autoridad civil a exigir la prestación de determinada conducta, por el otro.

K. Del balance estimativo y valorativo de estos dos derechos surgirá para el caso concreto la armonización de ambos o priorización de alguno por sobre el otro. En cualquiera de los dos casos estaremos ante un conflicto de derechos que son ambos amparados por el orden jurídico, (no ante el difícil planteo de hacer primar un orden sobre otro). Su resolución redundará en la aplicación del Derecho en su conjunto, ya que él mismo prevé un orden de prioridades o de compatibilización de derechos, pero siempre dentro del mismo orden normativo.


Fuente Bibliográfica

Navarro Floria y la dicente citando parcialmente a Palomino, Rafael, “Las objeciones de conciencia”, Montecorvo, Madrid, 1994


TEMA 11. DERECHOS Y DEBERES DEL MUNDO DEL TRABAJO
En la constitución política de nuestro país están establecidos unos deberes y unos derechos, en empresas los trabajadores también tienen derechos y responsabilidades relacionadas con nuestra seguridad y protección laboral.

Deberes

• Procurar el cuidado integral de su salud.
• Suministrar información clara, veraz y completa sobre su estado de salud.
• Cumplir las normas de seguridad e higiene propias de cada empresa.
• Participar en la prevención de los riesgos profesionales mediante las actividades que determinen de manera conjunta la empresa y la ARP.

Derechos

• El primero es el derecho a un proceso de inducción y de entrenamiento en seguridad pues antes de iniciar cualquier ocupación es obligación del empleador informar sobre las políticas y las medidas de seguridad de la empresa, sobre los factores de riesgo propios de la actividad económica y los específicos al oficio, al igual que la forma de prevenirlos y controlarlos.
• Otro derecho que tenemos como trabajadores es la garantía de la salud y la seguridad desde el principio. Identificando los factores de riesgo de cada trabajo y controlando la fuente de esos riesgos.
• Si una maquinaria presenta fallas mecánicas, es necesario antes de ponerla a trabajar, garantizar su buen mantenimiento y colocar sus guardas de protección.
• Si en las condiciones de trabajo dentro de la empresa, existe un factor de riesgo como el ruido, es necesario usar elementos de protección auditivos.
• La inducción y el entrenamiento de una persona que ingresa a una empresa o que es cambiada de puesto de trabajo debe ser integral, es decir, debe abarcar aspectos como la seguridad, la calidad y la productividad.
• Conocer las normas de seguridad es una condición necesaria para el desarrollo de la ocupación del trabajador y en consecuencia, el logro de buenos resultados para la empresa. Esto quiere decir que la realización de un trabajo bien hecho necesita que se haga con calidad y seguridad.
• Conocer claramente nuestro oficio y estar capacitado para hacerlo, es la mejor forma de prevenir los accidentes de trabajo.
Kari Tapiola, director ejecutivo de la Organización Internacional del Trabajo, en su discurso, llevado a efecto en la "Reunión de trabajo sobre el seguimiento de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo", realizada en Dakar, Senegal, en la fecha de 06 a 08 de Octubre de 1999, afirmó que:
"Sin embargo, el respecto de los principios y derechos fundamentales en el trabajo requiere una voluntad política. Si coinciden la voluntad política y la cooperación técnica, entonces podemos obtener resultados muy sostenibles".
Los derechos y deberes laborales básicos están previstos en la sección 2, del Real Decreto Legislativo 1/1995, de 24 de Marzo, en sus artículos 4 y 5, que dicen:
Artículo 4º. Derechos laborales.
1. Los trabajadores tienen como derechos básicos, con el contenido y alcance que para cada uno de los mismos disponga su específica normativa, los de:
a. Trabajo y libre elección de profesión u oficio.
b. Libre sindicación.
c. Negociación colectiva.
d. Adopción de medidas de conflicto colectivo.
e. Huelga.
f. Reunión.
g. Participación en la empresa.
2. En la relación de trabajo, los trabajadores tienen derecho:
a. A la ocupación efectiva.
b. A la promoción y formación profesional en el trabajo.
c. A no ser discriminados para empleo, o una vez empleados, por raciones de sexo, estado civil, por edad dentro de los limites marcados por esta Ley, raza, condición social, ideas religiosas o políticas, afiliación o no a un sindicato, así como por razón de lengua, dentro del Estado español. Tampoco podrán ser discriminados por razón de disminuciones físicas, psíquicas y sensoriales, siempre que hallasen en condiciones de aptitud para desempeñar el trabajo o empleo de que se trate.
d. A su integridad física y a una adecuada política de seguridad y higiene.
e. A respeto de su intimidad y a la consideración debida a su dignidad, comprendida la protección frente a ofensas verbales o físicas de naturaleza sexual.
f. A la percepción puntual de la remuneración pactada o legalmente establecida.
g. Al ejercicio individual de las acciones derivadas de su contrato de trabajo.
h. A cuantos otros se deriven específicamente de su contrato de trabajo".
Artículo 5º. Deberes laborales
Los trabajadores tienen como deberes básicos:
a. Cumplir con las obligaciones concretas de su puesto de trabajo, de conformidad a las reglas de la buena fe y diligencia.
b. Observar las medidas de seguridad e higiene que se adopten.
c. Cumplir las órdenes e instrucciones del empresario en el ejercicio regular de sus facultades directivas.
d. No concurrir con la actividad de la empresa, en los términos fijados en esta Ley.
e. Contribuir a la mejora de la productividad.
f. Cuantos se deriven, en su caso, de los respectivos contratos de trabajo".
Los artículos en comentario son verdaderas apologías a la libertad y a los derechos humanos.
Su ideología parte de las mismas fuentes que llevaran la Organización Internacional del Trabajo - OIT, a editar su declaración relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, en fecha de 18 de Junio de 1998, con el objeto de "conciliar la preocupación por estimular los esfuerzos que todos los países dedican a lograr que el progreso social vaya a la par con el progreso de la economía, por una parte, con la de respetar la diversidad de situaciones, las posibilidades y las preferencias de cada país por la otra"

TEMA 12. CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA.
En consonancia con los temas que se han revisado a lo largo de este módulo y a propósito de los deberes y derechos de todo ciudadano, son pertinentes, en primera instancia, los que se citan a continuación:
Artículos 1º, 4º, 7º, 11º al 41º; derechos fundamentales, 49º, 58º, 67º, 70º, 74º, 78º a 82º; de los derechos colectivos y del ambiente, 86º; de acción de tutela, 88º, 103º, 228º, 334º, 336º
Artículo 1. Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general.

Artículo 4. La Constitución es norma de normas. En todo caso de incompatibilidad entre la Constitución y la ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales.

Es deber de los nacionales y de los extranjeros en Colombia acatar la Constitución y las leyes, y respetar y obedecer a las autoridades

Artículo 7. El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana.

CAPITULO 1

DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES

Artículo 11. El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte.

Artículo 12. Nadie será sometido a desaparición forzada, a torturas ni a tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes.

Artículo 13. Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.

El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptara medidas en favor de grupos discriminados o marginados.

El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan.

Artículo 14. Toda persona tiene derecho al reconocimiento de su personalidad jurídica.

Artículo 15. Todas las personas tienen derecho a su intimidad personal y familiar y a su buen nombre, y el Estado debe respetarlos y hacerlos respetar. De igual modo, tienen derecho a conocer, actualizar y rectificar las informaciones que se hayan recogido sobre ellas en bancos de datos y en archivos de entidades públicas y privadas.

En la recolección, tratamiento y circulación de datos se respetarán la libertad y demás garantías consagradas en la Constitución.

La correspondencia y demás formas de comunicación privada son inviolables. Sólo pueden ser interceptadas o registradas mediante orden judicial, en los casos y con las formalidades que establezca la ley.

Para efectos tributarios o judiciales y para los casos de inspección, vigilancia e intervención del Estado podrá exigirse la presentación de libros de contabilidad y demás documentos privados, en los términos que señale la ley.

Artículo 16. Todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad sin más limitaciones que las que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico.

Artículo 17. Se prohíben la esclavitud, la servidumbre y la trata de seres humanos en todas sus formas.

Artículo 18. Se garantiza la libertad de conciencia. Nadie será molestado por razón de sus convicciones o creencias ni compelido a revelarlas ni obligado a actuar contra su conciencia.

Artículo 19. Se garantiza la libertad de cultos. Toda persona tiene derecho a profesar libremente su religión y a difundirla en forma individual o colectiva.

Todas las confesiones religiosas e iglesias son igualmente libres ante la ley.

Artículo 20. Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación.

Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura.

Artículo 21. Se garantiza el derecho a la honra. La ley señalará la forma de su protección.

Artículo 22. La paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento.

Artículo 23. Toda persona tiene derecho a presentar peticiones respetuosas a las autoridades por motivos de interés general o particular y a obtener pronta resolución. El legislador podrá reglamentar su ejercicio ante organizaciones privadas para garantizar los derechos fundamentales.

Artículo 24. Todo colombiano, con las limitaciones que establezca la ley, tiene derecho a circular libremente por el territorio nacional, a entrar y salir de él, y a permanecer y residenciarse en Colombia.

Artículo 25. El trabajo es un derecho y una obligación social y goza, en todas sus modalidades, de la especial protección del Estado. Toda persona tiene derecho a un trabajo en condiciones dignas y justas.

Artículo 26. Toda persona es libre de escoger profesión u oficio. La ley podrá exigir títulos de idoneidad. Las autoridades competentes inspeccionaran y vigilaran el ejercicio de las profesiones. Las ocupaciones, artes y oficios que no exijan formación académica son de libre ejercicio, salvo aquellas que impliquen un riesgo social.

Las profesiones legalmente reconocidas pueden organizarse en colegios. La estructura interna y el funcionamiento de estos deberán ser democráticos.

La ley podrá asignarles funciones públicas y establecer los debidos controles.

Artículo 27. El Estado garantiza las libertades de enseñanza, aprendizaje, investigación y cátedra.

Artículo 28. Toda persona es libre. Nadie puede ser molestado en su persona o familia, ni reducido a prisión o arresto, ni detenido, ni su domicilio registrado, sino en virtud de mandamiento escrito de autoridad judicial competente, con las formalidades legales y por motivo previamente definido en la ley.

La persona detenida preventivamente será puesta a disposición del juez competente dentro de las treinta y seis horas siguientes, para que éste adopte la decisión correspondiente en el término que establezca la ley. En ningún caso podrá haber detención, prisión ni arresto por deudas, ni penas y medidas de seguridad imprescriptibles.

Artículo 29. El debido proceso se aplicará a toda clase de actuaciones judiciales y administrativas.

Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la plenitud de las formas propias de cada juicio.

En materia penal, la ley permisiva o favorable, aun cuando sea posterior, se aplicará de preferencia a la restrictiva o desfavorable.

Toda persona se presume inocente mientras no se la haya declarado judicialmente culpable. Quien sea sindicado tiene derecho a la defensa y a la asistencia de un abogado escogido por el, o de oficio, durante la investigación y el juzgamiento; a un debido proceso publico sin dilaciones injustificadas; a presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen en su contra; a impugnar la sentencia condenatoria, y a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho.

Es nula, de pleno derecho, la prueba obtenida con violación del debido proceso.

Artículo 30. Quien estuviere privado de su libertad, y creyere estarlo ilegalmente, tiene derecho a invocar ante cualquier autoridad judicial, en todo tiempo, por si o por interpuesta persona, el Habeas Corpus, el cual debe resolverse en el término de treinta y seis horas.

Artículo 31. Toda sentencia judicial podrá ser apelada o consultada, salvo las excepciones que consagre la ley.

El superior no podrá agravar la pena impuesta cuando el condenado sea apelante único.

Artículo 32. El delincuente sorprendido en flagrancia podrá ser aprehendido y llevado ante el juez por cualquier persona. Si los agentes de la autoridad lo persiguieren y se refugiare en su propio domicilio, podrán penetrar en él, para el acto de la aprehensión; si se acogiere a domicilio ajeno, deberá preceder requerimiento al morador.

Artículo 33. Nadie podrá ser obligado a declarar contra si mismo o contra su cónyuge, compañero permanente o parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad o primero civil.

Artículo 34. Se prohíben las penas de destierro, prisión perpetua y confiscación.

No obstante, por sentencia judicial, se declarará extinguido el dominio sobre los bienes adquiridos mediante enriquecimiento ilícito, en perjuicio del Tesoro Público o con grave deterioro de la moral social.

Artículo 35. Se prohíbe la extradición de colombianos por nacimiento. No se concederá la extradición de extranjeros por delitos políticos o de opinión.

Los colombianos que hayan cometido delitos en el exterior, considerados como tales en la legislación nacional, serán procesados y juzgados en Colombia.

Artículo 36. Se reconoce el derecho de asilo en los términos previstos en la ley.

Artículo 37. Toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y pacíficamente. Sólo la ley podrá establecer de manera expresa los casos en los cuales se podrá limitar el ejercicio de este derecho.

Artículo 38. Se garantiza el derecho de libre asociación para el desarrollo de las distintas actividades que las personas realizan en sociedad.

Artículo 39. Los trabajadores y empleadores tienen derecho a constituir sindicatos o asociaciones, sin intervención del Estado. Su reconocimiento jurídico se producirá con la simple inscripción del acta de constitución.

La estructura interna y el funcionamiento de los sindicatos y organizaciones sociales y gremiales se sujetarán al orden legal y a los principios democráticos.

La cancelación o la suspensión de la personería jurídica sólo proceden por vía judicial.

Se reconoce a los representantes sindicales el fuero y las demás garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión.

No gozan del derecho de asociación sindical los miembros de la Fuerza Pública.

Artículo 40. Todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del poder político. Para hacer efectivo este derecho puede:

1. Elegir y ser elegido.

2. Tomar parte en elecciones, plebiscitos, referendos, consultas populares y otras formas de participación democrática.

3. Constituir partidos, movimientos y agrupaciones políticas sin limitación alguna: formar parte de ellos libremente y difundir sus ideas y programas.

4. Revocar el mandato de los elegidos en los casos y en la forma que establecen la Constitución y la ley.

5. Tener iniciativa en las corporaciones públicas.

6. Interponer acciones públicas en defensa de la Constitución y de la ley.

7. Acceder al desempeño de funciones y cargos públicos, salvo los colombianos, por nacimiento o por adopción, que tengan doble nacionalidad. La ley reglamentará esta excepción y determinará los casos a los cuales ha de aplicarse.

Las autoridades garantizarán la adecuada y efectiva participación de la mujer en los niveles decisorios de la Administración Pública.

Artículo 41. En todas las instituciones de educación, oficiales o privadas, serán obligatorios el estudio de la Constitución y la Instrucción Cívica. Así mismo se fomentarán prácticas democráticas para el aprendizaje de los principios y valores de la participación ciudadana. El Estado divulgará la Constitución.

Artículo 49. La atención de la salud y el saneamiento ambiental son servicios públicos a cargo del Estado. Se garantiza a todas las personas el acceso a los servicios de promoción, protección y recuperación de la salud.

Corresponde al Estado organizar, dirigir y reglamentar la prestación de servicios de salud a los habitantes y de saneamiento ambiental conforme a los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad. También, establecer las políticas para la prestación de servicios de salud por entidades privadas, y ejercer su vigilancia y control. Así mismo, establecer las competencias de la Nación, las entidades territoriales y los particulares y determinar los aportes a su cargo en los términos y condiciones señalados en la ley.

Los servicios de salud se organizarán en forma descentralizada, por niveles de atención y con participación de la comunidad.

La ley señalará los términos en los cuales la atención básica para todos los habitantes será gratuita y obligatoria.

Toda persona tiene el deber de procurar el cuidado integral de su salud y la de su comunidad.

Artículo 50. Todo niño menor de un año que no esté cubierto por algún tipo de protección o de seguridad social, tendrá derecho a recibir atención gratuita en todas las instituciones de salud que reciban aportes del Estado. La ley reglamentará la materia.


Artículo 58. Se garantizan la propiedad privada y los demás derechos adquiridos con arreglo a las leyes civiles, los cuales no pueden ser desconocidos ni vulnerados por leyes posteriores. Cuando de la aplicación de una ley expedida por motivo de utilidad pública o interés social, resultaren en conflicto los derechos de los particulares con la necesidad por ella reconocida, el interés privado deberá ceder al interés público o social.

La propiedad es una función social que implica obligaciones. Como tal, le es inherente una función ecológica.

El Estado protegerá y promoverá las formas asociativas y solidarias de propiedad.

Por motivos de utilidad pública o de interés social definidos por el legislador, podrá haber expropiación mediante sentencia judicial e indemnización previa. Esta se fijará consultando los intereses de la comunidad y del afectado. En los casos que determine el legislador, dicha expropiación podrá adelantarse por vía administrativa, sujeta a posterior acción contenciosa administrativa, incluso respecto del precio.

Con todo, el legislador, por razones de equidad, podrá determinar los casos en que no haya lugar al pago de indemnización, mediante el voto favorable de la mayoría absoluta de los miembros de una y otra Cámara. Las razones de equidad, así como los motivos de utilidad pública o de interés social, invocados por el legislador, no serán controvertibles judicialmente.

Artículo 67. La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social: con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura.

La educación formara al colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la democracia; y en la practica del trabajo y la recreación, para el mejoramiento cultural, científico, tecnológico y para la protección del ambiente.

El Estado, la sociedad y la familia son responsables de la educación, que será obligatoria entre los cinco y los quince años de edad y que comprenderá como mínimo, un año de preescolar y nueve de educación básica.

La educación será gratuita en las instituciones del Estado, sin perjuicio del cobro de derechos académicos a quienes puedan sufragarlos.

Corresponde al Estado regular y ejercer la suprema inspección y vigilancia de la educación con el fin de velar por su calidad, por el cumplimiento de sus fines y por la mejor formación moral, intelectual y física de los educandos; garantizar el adecuado cubrimiento del servicio y asegurar a los menores las condiciones necesarias para su acceso y permanencia en el sistema educativo.

La Nación y las entidades territoriales participarán en la dirección, financiación y administración de los servicios educativos estatales, en los términos que señalen la Constitución y la ley.

Artículo 70. El Estado tiene el deber de promover y fomentar el acceso a la cultura de todos los colombianos en igualdad de oportunidades, por medio de la educación permanente y la enseñanza científica, técnica, artística y profesional en todas las etapas del proceso de creación de la identidad nacional.

La cultura en sus diversas manifestaciones es fundamento de la nacionalidad. El Estado reconoce la igualdad y dignidad de todas las que conviven en el país. El Estado promoverá la investigación, la ciencia, el desarrollo y la difusión de los valores culturales de la Nación.



TEMA 13. LEY 134 DE 1993, MECANISMOS DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA

LEY 134 DE 1994 (mayo 31).
Diario Oficial 41.373, del 31 de mayo de 1994.
Por la cual se dictan normas sobre mecanismos de participación ciudadana.
EL CONGRESO DE COLOMBIA, DECRETA:
TÍTULO I.
OBJETO Y DEFINICIONES.
ARTÍCULO 1o. OBJETO DE LA LEY. La presente Ley estatutaria de los mecanismos de participación del pueblo regula la iniciativa popular legislativa y normativa; el referendo; la consulta popular, del orden nacional, departamental, distrital, municipal y local; la revocatoria del mandato; el plebiscito y el cabildo abierto.

Establece las normas fundamentales por las que se regirá la participación democrática de las organizaciones civiles.

La regulación de estos mecanismos no impedirá el desarrollo de otras formas de participación ciudadana en la vida política, económica, social, cultural, universitaria, sindical o gremial del país ni el ejercicio de otros derechos políticos no mencionados en esta Ley.

ARTÍCULO 2o. INICIATIVA POPULAR LEGISLATIVA Y NORMATIVA ANTE LAS CORPORACIONES PÚBLICAS. La iniciativa popular legislativa y normativa ante las corporaciones públicas es el derecho político de un grupo de ciudadanos de presentar Proyecto de Acto Legislativo y de ley ante el Congreso de la República, de Ordenanza ante las Asambleas Departamentales, de Acuerdo ante los Concejos Municipales o Distritales y de Resolución ante las Juntas Administradoras Locales, y demás resoluciones de las corporaciones de las entidades territoriales, de acuerdo con las leyes que las reglamentan, según el caso, para que sean debatidos y posteriormente aprobados, modificados o negados por la corporación pública correspondiente.

ARTÍCULO 3o. REFERENDO. Es la convocatoria que se hace al pueblo para que apruebe o rechace un proyecto de norma jurídica o derogue o no una norma ya vigente.

PARÁGRAFO. El referendo puede ser nacional, regional, departamental, distrital, municipal o local.

ARTÍCULO 4o. REFERENDO DEROGATORIO. Un referendo derogatorio es el sometimiento de un acto legislativo de una ley, de una ordenanza, de un acuerdo o de una resolución local en alguna de sus partes o en su integridad, a consideración del pueblo para que éste decida si lo deroga o no.

ARTÍCULO 5o. REFERENDO APROBATORIO. Un referendo aprobatorio es el sometimiento de un proyecto de acto legislativo, de una ley, de una ordenanza, de acuerdo o de una resolución local, de iniciativa popular que no haya sido adoptado por la corporación pública correspondiente, a consideración del pueblo para que éste decida si lo aprueba o lo rechaza, total o parcialmente.

ARTÍCULO 6o. REVOCATORIA DEL MANDATO. La revocatoria del mandato es un derecho político, por medio del cual los ciudadanos dan por terminado el mandato que le han conferido a un gobernador o a un alcalde.

ARTÍCULO 7o. EL PLEBISCITO. El plebiscito es el pronunciamiento del pueblo convocado por el Presidente de la República, mediante el cual apoya o rechaza una determinada decisión del Ejecutivo.

ARTÍCULO 8o. CONSULTA POPULAR. La consulta popular es la institución mediante la cual, una pregunta de carácter general sobre un asunto de trascendencia nacional, departamental, municipal, distrital o local, es sometida por el Presidente de la República, el gobernador o el alcalde, según el caso, a consideración del pueblo para que éste se pronuncie formalmente al respecto.

En todos los casos, la decisión del pueblo es obligatoria.

Cuando la consulta se refiera a la conveniencia de convocar una asamblea constituyente las preguntas serán sometidas a consideración popular mediante ley aprobada por el Congreso de la República.

ARTÍCULO 9o. CABILDO ABIERTO. El cabildo abierto es la reunión pública de los concejos distritales, municipales o de las juntas administradoras locales, en la cual los habitantes pueden participar directamente con el fin de discutir asuntos de interés para la comunidad.

Fuente Bibliográfica:

LEY 134 DE 1994 (mayo 31). Diario Oficial 41.373, del 31 de mayo de 1994. Congreso de Colombia.



TEMA 14. VALOR SIMBÓLICO DEL UNIFORME.

La imagen física de las enfermeras o enfermeros y su influencia en la dinámica de las Instituciones Sanitarias

El uniforme es un elemento clave que muestra importantes procesos organizativos en las instituciones, y representa simbólicamente roles, competencias, límites, poderes e imagen social, comportándose como uno de los primeros estímulos cognitivos que los usuarios utilizan para elaborar su imagen mental de una profesión. El uniforme en algunas organizaciones actúa fundamentalmente como símbolo de status, asignando a su portador normas específicas y a la realización de tareas de prestigio o actividades subordinadas. El uniforme está sujeto no solo a criterios organizativos, sino también a influencias sociales y culturales. En el interés por establecer límites claramente tangibles entre grupos profesionales, algunas organizaciones, por encima de criterios funcionales, asignan como forma de control normas restrictivas a unos colectivos, mientras que otros gozan de la libertad de mostrar su status laboral y social mediante su indumentaria. De esta forma se consigue que los resultados obtenidos sean atribuidos en exclusiva a un grupo profesional. Numerosos estudios han explorado las preferencias de profesionales y usuarios acerca del uniforme que deben vestir las enfermeras. La investigación coincide en señalar al uniforme blanco con pantalón o la bata blanca como atuendo más adecuado para representar el status profesional de la enfermera o enfermero.

Algunos modelos explicativos sobre el control de la imagen física de los profesionales dentro de la organización:

La supervivencia de un grupo u organización descansa en su habilidad para desarrollar estrategias de control eficaces sobre sus miembros. En este sentido, el uniforme es un medio para identificar a los integrantes de un grupo y contribuye a que éstos, mediante el status que les representa, asuman objetivos, ordenen prioridades e identifiquen su rol. Al igual que la máscara en la Tragedia Griega, el uniforme se asocia a la función, el carácter e incluso el destino del actor que lo porta.

El uniforme representa simbólicamente los atributos de un grupo y se convierte así en su objeto de presentación ante los demás, por encima de otras cualidades más sustanciales. Esta capacidad de representación posee consecuencias positivas y negativas, ya que ensalza o denigra el concepto y prestigio del portador ante los demás. Cuando el prestigio conseguido por medio del uniforme es bajo, éste se convierte en fuente de oprobio más que de orgullo.

Por encima de cualquier otra forma de atuendo, el uniforme es capaz de hacer visible el status de un individuo. Su capacidad representativa como indicador de status depende de la exclusividad en la asignación a determinados grupos sociales y profesionales. Esta uniformidad específica supone la asignación o exclusión a ciertas tareas. Un ejemplo representativo puede encontrarse en los oficiales militares, que se ven dispensados de realizar actividades consideradas domésticas o menores, cuya ejecución se asigna a militares de menor graduación o sin rango. En estos casos el uniforme se comporta como símbolo diferenciador entre la independencia y la capacidad en la toma de decisiones, por un lado, y la domesticidad y subordinación por otro. En este último caso, el uniforme debe incluir elementos que identifiquen claramente el rol del portador. En consecuencia, cualquier reivindicación por la equiparación del uniforme en las instituciones puede originar en algunos grupos adscritos tradicionalmente a una posición de poder una percepción de amenaza relacionada no solo con el riesgo físico, sino también con la presencia de un peligro potencial de pérdida de status social y cuota de poder institucional.

El uniforme es además una garantía de legitimidad. Su utilización se garantiza en los términos impuestos por la organización mediante una estructura grupal donde, jerárquicamente, existen dos niveles: en el nivel base se encuentran los portadores, mientras que por encima de éstos existe una entidad constituida por un líder o grupo de control, que supervisa la adhesión a la regla, así como los comportamientos y mandatos que ésta conlleva. El uniforme es así una garantía de que unos niveles organizacionales controlan a otros, y que estos últimos aceptan dicho control. En pocas palabras, se representa mediante el uso del uniforme el acto de adhesión a las normas y los roles destinados al grupo, que marcan sus competencias y valores

El uniforme también suprime la individualidad. La uniformidad es incompatible con las idiosincrasias personales en comportamiento y apariencia, que son fácilmente detectadas sobre el fondo homogéneo de la uniformidad. El uniforme solo es eficaz para la regulación de los roles si suprime cualquier forma de individualidad en el grupo que se desea controlar.

La uniformidad imprime también su huella en la persona que la porta, de manera que las autoapreciaciones generadas a partir del conjunto uniforme-uniformado condicionan de forma importante las construcciones cognitivas sobre la propia imagen, valía y poder de los profesionales.

El uniforme juega un papel importante en las representaciones de los procesos organizativos de los centros de trabajo y práctica, actuando como instrumento regulador de prácticas y rituales, esto es, ofreciendo una imagen de los valores culturales y sociales de la organización e indicando la naturaleza de la división del trabajo entre sus profesionales. La apuesta institucional por una estratificación identitaria muy marcada en la vestimenta denota una clara orientación hacia altos niveles de división laboral. En este caso, la organización se esfuerza por mantener un grado muy visible de estratificación con objeto de indicar que las diferencias de posición, prestigio y rol son parte de su cultura. Cuando la difusión de la imagen de la cultura organizacional forma parte de su negocio, la estratificación y la marcada división del trabajo responden más a criterios mercantiles y jerárquicos que funcionales. Las diferencias en la jerarquía se refuerzan cuando una de las categorías profesionales goza del privilegio del libre atuendo, mientras que otras se mantienen sujetas a rígidos reglamentos.

Rafaeli y Pratt mantienen que el uniforme influye de forma directa en dos fenómenos: por un lado, la imagen externa que proyecta la organización; por otro, el cometido que ésta asigna a los recursos humanos de que dispone. Las características del uniforme originan, especialmente en ausencia de conocimiento del valor competencial de un grupo profesional como las enfermeras, asociaciones cognitivas débilmente sustentadas por la realidad, que se extienden a toda la organización. Esta estrategia responde a la apuesta de algunos centros sanitarios mediante dos productos estrella: atención médica y hostelera, acompañada de una intencionada indefinición competencial y de imagen para profesiones como la nuestra que nos convierte en chicas para todo. Cuanto más fuerte es la apuesta por la diferenciación y la exclusividad en los servicios ofrecidos, mayor debe ser también la estratificación jerárquica del uniforme, diferenciando a los proveedores protagonistas del producto estelar, esto es, servicios médicos, del servicio auxiliar, sobre el que pesa la imposición de la uniformidad. Así, el uso del uniforme favorece el control de la utilización de los recursos humanos de la organización, ayudando al público a identificar a sus miembros, su aportación a la oferta de servicios y su autoridad o subordinación.

La intención de la estratificación en la uniformidad por parte de algunas organizaciones se dirige también hacia la promoción del status social de grupos privilegiados, ya que éste revierte directa y positivamente en el prestigio de la organización. Puede decirse que el vestido dentro de la organización se utiliza para identificar el status social externo a la institución, para lo que se hace preciso aumentar la diferenciación con objeto de dejar suficientemente claro a ojos del usuario quién es superior a quién o quién realiza determinadas tareas.
Si las diferencias en el atuendo se potencian, cabe esperar que los usuarios no demanden de los grupos codificadamente desfavorecidos los servicios que se reservan en exclusiva a los grupos dominantes, y que son generalmente los que derivan en reconocimiento profesional. En términos de valoración cognitiva por el usuario, y ante el peso simbólico de la imagen que ciertos profesionales se ven obligados a ofrecer, un paciente no demandará consejo, información, seguridad, apoyo emocional o ayuda en la toma de decisiones al profesional tocado con falda corta, delantal y cofia, si cuenta con la opción de solicitar estos servicios de alguien vestido elegantemente con traje sobre el que se coloca una bata blanca recién planchada y un estetoscopio.

Las características exigidas a un uniforme no son solo de orden práctico. Junto al valor práctico y la seguridad para los pacientes, Pearson, identifica otros atributos como su capacidad para mostrar la identidad real de quien lo viste, su capacidad de inspirar profesionalidad y reforzar el poder del grupo, así como su valor simbólico. Para estos autores, el uniforme de la enfermera debe ayudar a presentarla como la profesional del cuidado huyendo de los viejos estereotipos. Mantienen que la idea de que el uniforme tradicional permite a los usuarios y otros trabajadores identificar claramente a la enfermera debe abandonarse a favor de la imagen profesional, más que física, como único signo identificador. La tendencia a mantener uniformes que no responden a una imagen moderna de la profesión incrementa la dificultad para mejorar la imagen y estima que las enfermeras tienen de sí mismas. En la misma línea, Kalisch y Kalisch mantienen que el uniforme influye sobre el concepto que el portador tiene sobre sí y sobre el cometido que desempeña en la organización. La percepción de la propia imagen tiene un efecto directo en el comportamiento profesional de las enfermeras. Conviene recordar que la enfermera lleva décadas luchando por mejorar su imagen social, una de las más estereotipadas del espectro laboral a la vista de la opinión pública, que continúa alimentando los tópicos que la presentan como escasamente preparada, subordinada a las decisiones médicas, con escaso poder de decisión e influencia social y mediática.

La imagen profesional no es solamente autopercibida, es fundamentalmente proyectada. Sin embargo, ambos fenómenos están íntimamente ligados, de manera que la opinión que los usuarios tienen sobre la imagen de la enfermera influye directamente sobre la imagen de la profesión hacia sí misma. Si estudiamos esta opinión desde el punto de vista del uniforme, debemos conocer cuáles son las preferencias de nuestros pacientes respecto al atuendo que vestimos.

Como hemos visto, el uniforme es un elemento clave que muestra importantes procesos organizativos en las instituciones. El uniforme representa simbólicamente roles, competencias, límites, poderes e imagen social y se comporta como uno de los primeros estímulos cognitivos que los usuarios utilizan para elaborar su imagen mental de una profesión. El uniforme en algunas organizaciones actúa fundamentalmente como símbolo de status, asignando a su portador a normas específicas y a la realización de tareas de prestigio o actividades subordinadas. Así, el atuendo debe mostrar claramente quién es quién y quién hace qué. El uniforme está sujeto no solo a criterios organizativos, sino también a influencias sociales y culturales que, se relacionan incluso con consideraciones de clase social.


Fuentes bibliográficas:

Hemsley-Brown J, Foskett NH. Career desirability: young people’s perceptions of nursing as a career. Journal of Advanced Nursing, 1999

Joseph N, Alex N. The uniform: a sociological perspective. American Journal of Sociology, 1972

Muñoz-Ronda FJ. Imagen de la enfermería en los medios de comunicación: reflejo de una realidad social. Tempus Vitalis, 2007

Pearson A, Baker H, Walsh K, Fitzgerald M. Contemporary nurses’ uniforms: history and traditions. Journal of Nursing Management, 2001

Pratt, M. & Rafaeli, A. 1997. Organizational dress as a symbol of multilayered social identities. Academy of Management Journal.

Rafaeli, A., Dutton, J. E., Harquail, C. V., & Lewis, S. 1997. Navigating by attire: The use of dress by female administrative employees. Academy of Management Journal.